Las criptomonedas poco a poco se convierten en las favoritas de los delincuentes, para evitar dejar rastro en sus movimientos de “dinero”, y en Costa Rica ya se han usado como moneda de cambio en los secuestros.
Así lo dio a conocer el fiscal Adjunto de Fraudes y Cibercrimen, Carlos Castro Sojo, en el programa radial del Ministerio Público (MP), que se trasmite los lunes en radio Columbia.
Don Carlos explicó que las criptomonedas son dinero digital, son intangibles, porque no existen los billetes ni monedas de manera física, y aunque alrededor del mundo existen más de 8000 tipos, la más conocida es el Bitcoin.
Es posible transferir a una persona una criptomoneda sin necesidad de ningún intermediario, como un banco, porque todo está en línea. Se comercian de una persona a otra porque existe el anonimato entre quienes las adquieren y las venden, y además no están reguladas en ningún país.
“Si bien no es un medio de pago autorizado como el colón, solo basta con que las personas estén de acuerdo en tranzar o recibir como pago dicha moneda para que se pueda utilizar”, explicó el fiscal.
Castro comentó que si bien no están reguladas, eso no quiere decir que estén prohibidas. Sin embargo, las personas que las utilicen deben entender que requieren asumir el riesgo al hacerlo.
El precio de compra y venta puede aumentar abruptamente dependiendo de la demanda o de la especulación y, además, cuando una persona hace una transacción de este tipo, la hace de manera irreversible, es decir, sin poder dar marcha atrás.
Lo que más preocupa es que se están utilizando a nivel mundial para cometer muchos delitos como estafas o secuestros.
“Las criptomonedas se utilizan para comprar droga, pornografía infantil, armas; también para pagar a sicarios y hasta para rescates de secuestros”, dijo Castro.
El experto comentó que por ser una moneda virtual, es complicado poder ubicarlas, no necesitan entes bancarios para su comercialización y no dejan rastro a nivel bancario y esa es la razón por la que atraen a los delincuentes, sobre todo en casos de secuestros porque pueden movilizar el dinero pedido en criptomonedas.
En Costa Rica uno de los casos en que se han usado los bitcoin fue en el secuestro de del estadounidense William Sean Creighton Kopko, así lo indicó el fiscal.
Creighton fue visto con vida por última vez la noche del 24 de setiembre del 2018. La investigación determinó que murió durante las 48 horas posteriores a su secuestro por medio de asfixia, lo cual eliminó muchos rastros en el sitio de cautiverio. El homicidio ocurrió pese a que la familia pagó $900.000 en monedas de bitcoins (poco más de ¢553 millones) por su liberación; sin embargo, Creighton nunca regresó y en setiembre del 2019 fue hallado sin vida, enterrado en una fosa en Quepos.
En Costa Rica hay siete cajeros de bitcoin pues la utilización de las criptomonedas es cada vez más común, estos se ubican en Guanacaste, Bahía Ballena, Uvita y al oeste de San José.
“En los cajeros en nuestro país se pueden adquirir y convertir las criptomonedas en moneda nacional y hacer retiros de dinero”, indicó.
Aunque las criptomonedas no son centralizadas ni reguladas por el Banco Central de Costa Rica, como el colón, no son prohibidas, se pueden adquirir, vender o comerciar.
Pese a no ser legales, existe amparo jurídico, ya sea para que se tramite un caso por vía civil (por incumplimiento de contrato), o bien, por medio de sede penal, cuando se está ante un posible delito, como una estafa.