EscucharDos hombres hallados sin vida en un cafetal en Aquiares de Turrialba llevaron a Costa Rica a alcanzar la triste cifra de 200 homicidios en estos tres primeros meses del año.
Las víctimas eran un menor de 16 años y Lenin Scory Blandón Pérez, de 22 años, este último desaparecido desde el 12 de marzo anterior. La forma en la que ellos fueron asesinados aún no ha sido determinada, debido al estado en descomposición en el que se encontraban.
Álvaro Ramos, experto en seguridad, afirma que el número de homicidios no son solo una cifra, sino que hay que verlo más allá.
“Cada homicidio representa una persona, una familia (parientes de la víctima) y hasta una comunidad entera se ve absolutamente devastada, cada homicidio es un impacto social.
“Hay niños que se quedan sin papás, muchachos que ni siquiera llegaron a formar una vida de adulto joven”, señala Ramos, tal como lo demuestran estas últimas muertes, ya que eran personas muy jóvenes.
El experto es contundente al señalar que el responsable de buscar soluciones para detener la violencia en Costa Rica es el presidente de la República, Rodrigo Chaves, y las personas que trabajan con él.
Sin embargo, en vez de buscar soluciones, Ramos considera que el jerarca más bien señala al OIJ al decir que hace una deplorable labor al buscar a los responsables de crímenes.
“Vemos al presidente de la República atacando día a día, vergonzantemente, a la única entidad que nos está defendiendo del narcotráfico (el OIJ), así es que auguramos una pésima solución al problema.
“El presidente miente en todo lo que ha dicho. El único responsable de la seguridad, de lo que está sucediendo en el país, de lo que nos hemos convertido, es el presidente de la República y sus colaboradores.
“Lo que deberían hacer es darle todo el apoyo económico, el apoyo tecnológico, el apoyo en incremento de personal al OIJ para que pueda continuar con la destrucción de las estructuras criminales”, señaló Ramos.
Pero más bien el presidente, en la conferencia de prensa del miércoles, anunció que, de aprobarse, vetaría una ley que sacaría al OIJ de la Ley de Empleo Público. Para Chaves es un “abuso” darle más dinero a quienes están intentando frenar la violencia.
El experto en seguridad teme que en este 2024 se llegue a las mil personas asesinadas en Costa Rica, es decir 1.000 familias lamentando vidas. Un número bastante alarmante.
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Sociedad violenta
Ramos advierte, además, que al llegar a 200 homicidios (diez casos más que hace un año para el mismo periodo), nos coloca como una de las sociedades más violentas del mundo.
“Estamos entre las 10 sociedades más violentas de América Latina y América Latina en la región más violenta del mundo. Costa Rica se encuentra en una situación muy grave de seguridad ciudadana, de seguridad nacional, el nivel de violencia en todo el país es extraordinario”, señaló Ramos.
Las pandillas son las que están controlando comunidades y tampoco hay que dejar de lado el lavado de dinero en el país y la gran cantidad de exportación de cocaína.
“Nos hemos convertido en la gran bodega de cocaína del mundo, existe la posibilidad de que el país ya sea un narco estado y que nos encaminemos a la quinta etapa, que es la situación más grave de todas, que es lo que se llama un Estado fallido (un Estado que falló en su misión)”, explicó el experto.
Además de los dos muertos en Aquiares, un hombre murió apuñalado en Goicoechea y otros dos fueron asesinados en Cañas y en Atenas.
Del total de víctimas, 189 han sido hombres, ocho mujeres y tres casos están aún en investigación. La mayoría de fallecidos son jóvenes entre los 18 y 29 años con 77 casos, luego siguen los de entre 30 y 39 años, con 46.
Los ajustes de cuentas son las principales causas de estos hechos de violencia, según las estadísticas del OIJ.
Las armas de fuego son las herramientas más utilizadas para quitarles la vida a las personas.
San José, Limón y Puntarenas continúan siendo las provincias más violentas.
