El Ministerio de Justicia informó que desde la tarde de este viernes se suspenden las visitas a las cárceles como medida de protección para los privados de libertad por el COVID-19.
Esta medida también incluye la visita conyugal.
Las autoridades ya habían suspendido las visitas en el CAI Adulto Mayor y en el módulo para adultos mayores de la cárcel Antonio Bastida, en Pérez Zeledón, por ser de alto riesgo.
Eso sí, Justicia confirmó que no se reportan casos sospechosos o confirmados en centros penales.
"Es necesario establecer una línea de protección a la población penitenciaria y responder al llamado del Ministerio de Salud para que las personas (en este caso los visitantes) permanezcan en sus casas. Hemos iniciado un trabajo especial con el ICE para dotar a los centros penitenciarios de más teléfonos públicos, de manera que los y las privadas de libertad puedan mantenerse en contacto con sus seres queridos”, dijo la ministra de Justicia, Fiorella Salazar Rojas.
Salazar aseguró que dependerá de los informes del Ministerio de Salud para determinar cuándo volverán a permitir las visitas a las cárceles. Cada semana estarán revisando esta medida.
“Tal como ha insistido el ministro de Salud (Daniel Salas), este es un momento para permanecer en nuestras casas. Debemos actuar con responsabilidad y cuidar a nuestros seres queridos”, dijo Salazar.
La medida también impide el ingreso de estudiantes e investigadores. En el caso de las personas que hacen voluntariado, se tomarán decisiones específicas para ver si pueden ingresar. Los traslados de una cárcel a otra quedan suspendidos, salvo alguna necesidad justificada.
Las actividades en las que participen grandes grupos en espacios pequeños quedan suspendidas, los reos solo podrán salir por emergencias de salud o trámites judiciales con las debidas medidas de prevención.
Las salidas de los reos que participen en proyectos fuera de los penales quedan suspendidas.
Las personas que lleven encomiendas deben guardar la distancia y los personeros de justicia piden evitar las aglomeraciones.
Además, los proveedores pueden ingresar a las cárceles, pero deben cumplir con los protocolos de higiene.
En las cárceles se hacen limpiezas profundas dos veces al día, sobre todo en los baños y las pilas.