EscucharCuatro personas que fueron ‘socias’ de Alejandro Arias Monge, conocido como “Diablo”, fueron condenadas a prisión por estar involucradas en -al menos- dos homicidios.
Entre los sentenciados figuran un papá y su hija, se trata de un hombre de apellidos Tenorio Calvo, alias “Rigo Mechudo” de 77 años, su hija de apellidos Tenorio Pérez, de 36 años; así como un sujeto de apellidos Vargas Mora, alias ‘Rafa’, de 33 años; ellos tres deberán pasar cada uno 25 años en la cárcel.
Un cuarto hombre de apellidos Román Marchena, alias ‘Chena’, de 49 años, estará 10 años encerrado.
A estas cuatro personas se les investigó por los delitos de homicidio calificado y una tentativa de homicidio calificado, ocurridas en el 2015.
Este jueves 25 de agosto los jueces del Tribunal Penal de Guápiles les impusieron las penas luego siete años de investigación, entre los acusados también figuraban otros sospechosos -entre ellos- Diablo quien sigue siendo de los más buscados por las autoridades.
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De acuerdo con la investigación de la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos padre e hija contraron a unos sicarios para acabar con la vida de Ademar Jiménez Gómez, entre estos estaba el Diablo.
Ademar Jiménez fue asesinado el 22 de enero del 2015 en Campo 5 de Cariari. Padre e hija habrían pagado a los sicarios ¢2 millones.
La segunda víctima mortal fue Pablo Castro Barrantes, quien trabajaba en la instalación de vidrios en Matina, a él lo mataron el 30 de marzo del 2015 en Goly, Matina, su muerte fue al frente de un sobrino un menor de edad, cuando ellos viajaban en carro.
De acuerdo con la investigación, Vargas Mora, alias ‘Rafa’, ordenó el homicidio y pagó por eso ¢6 millones, en este también participó Román Marchena, alias ‘Chena’, así como el Diablo y otros tipos que están en fuga.
Al día siguiente del asesinato, el 31 de marzo del 2015 ‘Chena’ y otros se reunieron con ‘Rafa’ para el pago total por el ajusticiamiento en Heredia.
Diablo es buscado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) desde marzo del 2019, al ser sospechoso de participar en un intento de homicidio y darse a la fuga. Además, por ofrecer plata a cambio de la vida de oficiales de la Fuerza Pública y del OIJ.
