Sucesos

Con una correa o agua, experto da consejos para frenar el ataque de un perro

Senasa reveló que en lo que llevamos del año, 144 personas han sufrido una mordedura de perros

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En los primeros meses del año, 144 personas han sido mordidas por un perro, nueve han sido niños.

Ese dato es arrojado por las denuncias que ha recibido el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa). Además, han ocurrido 96 “peleas” entre perros.

La doctora Ileana Céspedes, coordinadora del Programa de Bienestar Animal de Senasa, señaló que se debe tener claro que los perros son cambiantes, sin importar la raza. Ellos sienten dolor, placer y tristeza, además requieren buena alimentación, paseos diarios y afecto.

“No hay que confiarse ni abusar de un animal que es paciente, las interacciones con niños deben ser supervisadas por un adulto responsable, no se recomienda amarrar a los perros ya que esto puede aumentar su agresividad y frustración”, explicó Céspedes.

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Por su parte, Jorge Soto, instructor de perros y perito judicial canino, comentó que hay tácticas para evitar ser víctima de un ataque, las cuales incluso podrían salvarle la vida.

El primero consejo es no zapatear el suelo, para que el animal no se sienta amenazado, pero sí lanzarle agua para tratar de desviarle la atención que tiene sobre uno y, en el mejor de los casos, tirarle algo de comer, ojalá salchichas o galletas, para que sienta que está cerca de un amigo, explicó Soto.

Jorge Soto, instructor de perros y perito judicial canino, asegura que nunca hay que zapatear el suelo al tener cerca a un animal. Foto: Jorge Soto

Soto aseguró que existen dieciocho impulsos en los perros, de estos, tres son las más frecuentes: impulso de presa, de pelea y de guardia, algunos animales tienen estos estímulos más desarrollados que otros y es ahí cuando se dan los ataques.

Considera que el secreto para que los animales tengan una sana convivencia con los humanos y otros perros es tenerlos en frecuente socialización, es decir, sacarlos a caminar, a correr y que compartan con otros seres vivos, esto los va a llevar al punto de ser sociales. Eso sí, si tiene antecedentes de atacar, lo mejor es sacarlo con bozal.

“El impulso de presa es cuando el animal sigue un movimiento, por ejemplo, cuando se le tiran a una persona que anda en bicicleta o en moto, puede que un perro tenga muy desarrollado este impulso y si ve corriendo a un conejo, lo persigue sin medir que más adelante hay una cerca de alambre de púas y se va a cortar, porque ellos van con su punto fijo de agarrar lo que se mueve, no es ni siquiera por jugar, sino para morder, aquí el perro se descontrola por completo.

“También está el impulso de pelea y el de guardia, este último es, por ejemplo, cuando está en la casa y llega un extraño, entonces va a comenzar a ladrar, pero si se combina con el de pelea va a atacar; sin embargo, la combinación desarrollada de esos tres impulsos en un animal lo convierte en muy agresivo”, señaló.

Jalarlo con una correa o una faja, entre el cuello y la mandíbula, le quita la fuerza en un ataque. Foto: Jorge Soto para LT

Sostiene que lo mejor es no darle nunca la espalda al animal, porque ellos perciben el miedo y es cuando más rápido hacen a morder.

“Si a usted un perro se le planta no corra, lo mejor es alejarse lentamente y no quitarle la vista, tampoco incitar a que el perro muerda, lo mejor es irse uno tranquilo.

“Siempre le recomiendo a las personas que salen a caminar andar una botella con agua, no es un instrumento para defensa, pero cuando uno hace a tirarles agua hacen a irse, también si les tira comida les demuestra que uno no es un rival y no quiere pelear, aunque todas las situaciones son diferentes”, señaló.

Explicó que si la persona ya sabe que por donde va a pasar hay un perro agresivo, lo mejor es irse por otro lado.

“Si la agresión ya está pasando, lo mejor es agarrar una faja o una correa y se le pone al perro entre el cuello y la mandíbula, se levanta al perro hacia arriba unos diez segundos para cortarle la respiración, el perro va a comenzar a boquear, luego hay que alejarlo de la persona o del animal al que esté mordiendo, así hay que sostenerlo hasta que logre controlarse”, detalló.

Jorge Soto es instructor de perros y perito judicial canino, usted lo puede contactar al 8389-8181. Foto: Jorge Soto para LT

Dijo que hay un riesgo de que lo ataque a uno, pero la persona tiene la capacidad de jalarlo con la correa y quitarle la fuerza de ataque.

Los médicos, por su parte, también le recomiendan a los padres estar pendientes de los niños y evitar que jueguen o corran cerca de los animales, mucho menos los maltraten ya que estos pueden responder por instinto de defensa y mucho más si tienen antecedentes de ser agresivos.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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