Con un dron y con vuelos del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA), así inspeccionarán los daños que causó el gran deslizamiento en Aguas Zarcas, en la zona norte del país.
Así lo explicó Alejandro Picado, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), quien insistió en pedirle a las personas que no se acerquen a las márgenes del río porque aún sigue pasando mucho material, como troncos y tierra.
“Hacemos un llamado a las personas para que no se acerquen a las márgenes del río Aguas Zarcas porque el material podría continuar bajando.
“De acuerdo con nuestros geólogos, se trató de una liberación del tapón hidráulico que estaba ubicado entre los dos puentes, según los especialistas este comportamiento es normal por la gran cantidad de material que se desprendió producto del deslizamiento del fin de semana”, dijo Picado.
Afirmó que continuarán vigilando el río y los efectos que provoque a lo largo de las márgenes.
Además, coordinaron con el Ministerio de Obras Públicas y Tránsporte (MOPT) y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para los controles viales en los pasos de los puentes que están sobre este río de Aguas Zarcas.
La CNE evacuó las escuelas Bahamas de Lebron y escuela de Kooper de manera preventiva.
Alerta
Los árboles y el barro que generaban un tapón en el río Aguas Zarcas se encuentran transitando hacia el río San Carlos por esta razón es que las autoridades le piden a las personas no utilizar dicho río.
Esta medida se mantendría hasta la tarde del próximo viernes 21 de julio. Así lo señaló el presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
“Este río es utilizado por turistas, estudiantes y personas que se movilizan a diferentes escuelas de comunidades como Boca Tapada, La Pradera, Boca San Carlos y Cureña. Hacemos un llamado vehemente a evitar utilizar el río”, señaló.
El deslizamiento en Aguas Zarcas es considerado el más grande de los últimos tiempos en la zona norte del país, por lo que hay que tener mucha precaución si se pasa por el lugar.
Este ocurrió el sábado 15 de julio a las 10 p.m. cuando se desprendieron al menos 40 hectáreas de montaña. En esta zona no hay casas y fue hasta el domingo 16 de julio y lunes 17 de julio que los lugareños notaron la gran cantidad de material que arrastraba el río.
La saturación de los suelos y las lluvias intensas propiciaron que el terreno cediera. Afortunadamente, no hubo vidas que lamentar debido a la rápida acción de los rescatistas.