EscucharLos dos pequeños de 4 años y 1 añito, hijos de Rebeca Castillo, la joven docente víctima de femicidio, fueron rescatados por la Policía y la ropita con la que los sacaron iba ensangrentada.
Así lo recordó Shirley Soto, quien vive a la par de donde vivía Rebeca; esta vecina, junto con su esposo, ayudaron a cargar a los pequeños a penas los sacaron de la vivienda en la que ocurrió el fatal desenlace en Llanos de Santa Lucía en Paraíso de Cartago.
“Traían la ropita llena de sangre, el bebé y la niña, fue muy duro.
“El bebé lloraba mucho y la niña estaba más tranquila”, recordó la vecina.
La lugareña afirmó que los niños siempre eran cuidados por la abuela materna, doña Flory Hernández Calderón, de 57 años.
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Doña Flory también sufrió puñaladas y lucha por la vida en el hospital Max Peralta de Cartago.
El sospechoso de esta agresión es el papá de los niños inocentes, un sujeto de apellido Johnson, de 37 años.
“Nosotros tenemos ocho años de vivir aquí y ellos tenían cinco años. Entre semana solo los escuchaba llegar en carro, porque ellos se iban en la mañana y regresaban a las ocho de la noche después de trabajar.
“Solo los veía los fines de semana juntos”, recordó la vecina sobre este matrimonio.
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Mencionó que hace como 15 días estuvo hablando con Rebeca sobre los hijos de ella.
“Le dije: ‘ya se te crecieron los niños, Rebe’, me dijo: ‘sí ya están todos grandotes. Hay veces que ni te saludo porque ando con cara de loca de las carreras’, le dije que yo sabía, que cuando uno es mamá, uno pasa por eso”.
Reiteró que del tiempo que tienen de vivir en el residencial Villa Bonita nunca escuchó una discusión de los esposos.
La versión que manejan las autoridades es que Johnson, aparentemente, luego de herir en múltiples ocasiones a su esposa, se fue a buscar a su suegra, que vive detrás del super Triple Max, también en Llanos de Santa Lucía, donde también la habría herido con un puñal.
