Don Otilio Pichardo Villegas fue uno de los 40 comerciantes de Bijagua de Upala al que hace un año el paso del huracán Otto le destruyó su negocio.
Junto a su familia ha tenido que resurgir de la tragedia y ahora luchan por sacar adelante su empresita Tilapias Ángel.
La avalancha que pasó por su propiedad provocó que los estanques con 45 mil tilapias quedaran cubiertos de barro y así fueron sepultados 19 años de esfuerzo.
El huracán que azotó al país el 24 de noviembre del año pasado, acabó con la vida de 10 personas y dejó una ola de destrucción. En Bagaces perdieron la vida: Orlando Obregón Jiménez, de 45 años; Marisa Alvarado Méndez, de 45; Dennis Alvarado Méndez, de 37 años y Joseph Barboza Alvarado de 24.
En Upala fallecieron: Israel Zúñiga, de 11 años; María Isabel Picado, de 38; Vanessa Argüello, de 30; Bianca Pichardo, de año y ocho meses; Dylan Cheves, de ocho meses y Juana Guerrero Agüero, de 59 años.
"Después del huracán pasamos cuatro meses cerrados, de este negocio vivimos mi esposa, mis hijos, mis nietos y yo, tuvimos que reconstruir todo en familia, poniéndole ganas, no recibimos ayuda del Gobierno ni la municipalidad, pero sí de vecinos, empresas privadas, la Asociación de Bijagua y de personas que no conocíamos que ahora son nuestros amigos, ellos vinieron a darnos una gran ayuda", contó don Otilio.
Él asegura que hubo gente que les llevó cemento, laminas de zinc y varios materiales más de construcción para que se pudieran volver a levantar.
"Entre todos tuvimos que levantar esto, nosotros teníamos deudas con el banco, nos hicieron una refundición y otro préstamo, nos dieron un año de gracia para empezar a pagar, pero no sabemos qué va pasar, ni cómo vamos a salir cuando nos toque hacerle frente porque el negocio aún tiene que levantar más, nos falta mucho. El contador nos dice que no vamos a poder, pero nosotros confiamos que con esfuerzo lo vamos a lograr y que este va ser un negocio más prospero que él que teníamos, Otto nos dejó con más ganas de luchar”, aseguró Pichardo.
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Según cuenta este empresario, apenas la gente supo que estaban vivos empezó a llegar bastante clientela, pero la tormenta Nate los volvió a golpear porque muchos de sus clientes resultaron afectados y eso ha bajado la visitación.
"Este negocio ahora lo queremos más que antes, nos esmeramos por innovar y consentir a los clientes, nosotros nos hemos aferrado al núcleo familiar para salir adelante, pero esto que vivimos no se olvida, no deja uno de escuchar los gritos del señor al que lo traía la avalancha y cuando uno cierra los ojos vuelve a recordar como la gente caminaba por aquí buscando a las víctimas. Nosotros somos un milagro, estamos vivos, mi sobrino perdió a su esposa y a su bebé, yo no cambiaría nada de lo material ni el tiempo de trabajo que perdí por la vida de ningún hijo o nieto, en casa todos los días agradecemos estar vivos", contó don Otilio.
Este valiente empresario asegura sentirse tranquilo, pues detrás de su propiedad se construyó un canal seco que impidirá que la historia se repita.
"Uno se pone a pensar en varias cosas, la avalancha se vino porque un temblor aflojó la montaña, la falla pasaba por aquí y nosotros eso lo supimos después de que pasó todo, la verdad ahorita ya no tenemos miedo, solo ganas de luchar", dijo don Otilio, a quien le duele que muchos comerciantes vecinos no pudieran volver a abrir sus negocios..
Tilapias Ángel tiene la esperanza de llegar a tener por lo menos 30 mil tilapias en los estanques, ahorita tienen la mitad.
Si usted desea ayuda a esta familia y pasar un día lindísimo los puede visitar en Bijagua, pasear por los alrededores de los estanques, alimentar los peces, tomarse un delicioso batido, con una entrada de patacones especiales y mandarse un deliciosa tilapia y antes de irse un delicioso arroz con leche.