A Alexandra Córdoba se le llena el pecho de orgullo al saber que su hijo Deyton Hernández, de 15 años, iniciará este lunes el décimo grado.
Para ella es un sueño cumplido porque su hijo estuvo a punto de morir hace casi dos años, luego de que él y cuatro de compañeros de cole fueron atropellados por un carro que se salió de la calle.
“Mi muchacho es un luchador, Deyton está empezando a ser quien era antes, porque había dejado de sonreír, pero gracias a Dios ya está de regreso y para mí él es una bendición”, dijo la orgullosa mamá.
El trágico accidente ocurrió la mañana del miércoles 12 de setiembre de 2018, cuando Hernández y sus compañeros estaban cerca de la entrada del Colegio Técnico Profesional de Mercedes Norte de Heredia.
“De los cinco atropellados, Deyton fue el que llevó la peor parte, porque el carro lo golpeó en el puro portón de salida y lo lanzó contra un poste del tendido eléctrico”, recordó Córdoba.
Alexandra dijo que su hijo es un verdadero milagro, ya que luego del atropello muchos lo dieron por muerto, incluso unos profesores le cerraron los ojitos; sin embargo, Deyton no estaba dispuesto a perder esa batalla y pocos segundos después reaccionó.
Uno de los momentos más duros para Córdoba fue cuando la llamaron del cole para darle la noticia, pues ella recordó que ese día le había insistido a Deyton para que no fuera a clases, pues solo tenía tres lecciones, pero él dijo que no podía faltar.
Difícil recuperación
Córdoba dijo que a raíz del accidente Deyton sufrió tres fracturas en su pierna derecha y golpes en todo su cuerpo, especialmente en su cabeza, motivo por el cual tuvo que llevar un proceso de rehabilitación de más de tres meses.
Los primeros cinco días después del accidente fueron los más difíciles para el valiente muchacho, pues los médicos tuvieron que darle una anestesia muy baja para que no afectara en el monitoreo que realizaban de su actividad cerebral y demás funciones del cuerpo.
“Ya gracias a Dios me le dieron de alta del Hospital del Trauma, pero por fuera yo tuve que pagarle a una terapeuta especial que fue la que se encargó de ‘reconstruirle’ la parte motora y de ayudarle en el proceso”, contó Córdoba.
Amante del fútbol
Deyton es un aficionado del fútbol y según su mamá uno de sus más grandes sueños era convertirse en futbolista profesional; sin embargo, todo cambió después del accidente.
“Él era candidato a ser un gran futbolista, ahora le duele mucho porque va a ser difícil que lo logre, él trata de jugar y le cuesta mucho, es algo que le afecta mucho”, dijo Alexandra.
Pero ni siquiera esta situación ha impedido que el joven siga adelante con sus otros sueños, entre los que está convertirse en un ingeniero informático.
“A él le quedó un 12% de discapacidad en la pierna derecha, pero para lo que le tocó vivir es muy poco”.
Pese a los momentos tan rudos que han atravesado, Alexandra dijo estar muy agradecida con Dios, pues asegura que fue Él quien protegió a Deyton de un atropello que debió haber sido fatal.