En medio del asalto a la agencia del Banco de Costa Rica en Aserrí, un cliente vio la oportunidad perfecta para llevarse ¢1 millón que los asaltantes dejaron botado.
Sin embargo, el tiro le salió por la culata, pues el vivazo se olvidó de las cámaras de seguridad, donde quedó grabado, por lo que fue detenido cuando pretendía irse tranquilamente.
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El “oportunista” es de apellidos Vega Cortés y tiene 31 años. Según el OIJ, tiene antecedentes por robo agravado y portación de arma.
La captura de Vega ocurrió pocos minutos después de que se dio el asalto, sin embargo, fue hasta este martes trascendió.
Vivazo pellizcado
Todo ocurrió luego de que los dos asaltantes, que llevaban puestos cascos de moto, se metieron a la fuerza al banco y golpearon al guarda de seguridad.
Luego de hacer que los quince clientes, incluido Vega, se tiraran panza pa´l suelo, los maleantes se fueron directo a las cajas para obligar a los empleados a que les entregaran todo el dinero.
“En una de las cajas una cajera sacó el dinero, ahí sacó un fajo de billetes y lo puso sobre el mostrador, pero los asaltantes no se percatan de ese fajo de billetes y cuando se retiran lo dejan ahí”, confirmó la oficina de prensa del OIJ.
El sustazo por el asalto dejó a casi todos los clientes como bistec de a peseta, solo nervios, menos a Vega, quien no le quitó los ojos de encima al huérfano fajo de billetes.
El vivazo se acercó sigilosamente hasta el milloncito y lo agarró sin que nadie lo viera, luego se fue tranquilamente a uno de los baños para repartir los billetes entre las distintas bolsas de su pantalón.
“En ese momento el personal de monitoreo del banco estaba viendo todo lo que ocurría, entonces cuando esta persona (Vega) salió del baño fue interceptado por funcionarios de la sucursal, quienes le decomisan el dinero que llevaba, aproximadamente un millón de colones”, detalló el OIJ.
Luego del bañazo que se llevó al tener que sacarse la plata de las bolsas, Vega fue entregado a los investigadores, quienes lo llevaron a la Fiscalía local para que se le abra una causa como sospechoso de hurto.
Botín millonario
En cuanto al asalto a la agencia del BCR, el OIJ confirmó que los dos maleantes lograron huir con un botín de más de ¢9 millones, de los cuales llevaban $4.000 (¢2.300.000).
Los maleantazos huyeron en una motocicleta que dejaron estacionada a unos 25 metros de la entrada principal de la sucursal bancaria, por lo que están intentando rastrear la bicha.
Además de la millonada, trascendió que los bichos también se robaron la pistola del guarda, quien fue el único herido al recibir un golpe en la cabeza, aparentemente con la cacha de una pistola.