El conocido cirujano plástico Christian Rivera Paniagua se sentará este miércoles en el banquillo de los Tribunales de San José acusado por un delito de fraude.

Rivera, además de su trayectoria como médico, es conocido por sus noviazgos con la miss Costa Rica 2008, María Teresa Rodríguez, y la presentadora de televisión Catalina Mendieta.

El caso que llega a los tribunales es el expediente número 16-000101-1220-PE, de una acusación de una chilena que pidió mantener su identidad en el anonimato.

Ella asegura que fue víctima de estafa por parte de Rivera y, junto a su abogada Angie Arce, trató de conciliar, pero el médico no quiso.

La afectada alega que ella se presentó el 11 de diciembre del 2014 en el hotel Park Inn, pues recibió una invitación vía Facebook en la que decía que Rivera iba a presentar la última novedad para tratamientos de rejuvenecimiento, una máquina llamada UI Therapy Laser.

“Según la publicidad realizada, devuelve el colágeno a las células, quitando así prácticamente las arrugas de la piel”, detalla la denuncia.

La afectada asegura que durante la actividad le dieron vino, distintas comidas, había varias modelos y todo para ella en ese momento tenía mucha credibilidad.

Incluso, según dice, el doctor la atendió personalmente y le ofreció dicho tratamiento para quitar las arrugas y tensar la piel y otro más con rayos láser.

“El dr. Rivera me indicó que si pagaba en el momento me realizaría un descuento importante por la compra de los dos tratamientos mencionados en el hecho, indicándome que en ese supuesto debería pagar únicamente ¢1.080.000”, detalla la denuncia.

Nunca llegó

La mujer se presentó en la clínica del cirujano la primera semana del 2015, pero ese día no la atendió Rivera sino otra doctora, quien le dijo que era mejor que se hiciera primero el tratamiento láser y después el UI Therapy Laser porque la máquina no había llegado y no sabían cuándo la tendrían.

Entonces le dieron una cita para un mes después, para el procedimiento láser. Pero cuando llegó ese día le indicaron que tampoco podían hacerle ese porque la máquina estaba mala y la del novedoso tratamiento seguía sin llegar.

“Sintiéndome burlada, el 23 de febrero de 2015 solicité conversar con el aquí imputado, a lo que los colaboradores de la clínica me respondieron que no podía atenderme, misma respuesta que recibí al hablar con el supervisor”, dice la denuncia.

Siguiendo con la acusación, ella logró hablar ese día con el administrador, quien le dijo que no tenían la máquina del novedoso tratamiento porque los procesos para traer esos aparatos del extranjero eran bastante largos, por lo que no sabían cuándo iban a poder atenderla.

Entonces le ofrecieron hacerle el tratamiento de manera manual, a lo que ella se negó, pues en la actividad le bajaron el cielo y ahora solo le estaban poniendo trabas.

La chilena asegura en la denuncia que ella pidió la devolución del dinero, pero aparentemente le dijeron que no hacían reintegros.

Según el documento, al 11 de julio del 2016 la clínica no había ni tramitado los permisos para importar la máquina y al 2 de marzo del 2016 la del láser seguía mala.

La afectada decidió denunciar y primero tratar de conciliar.

“Mi clienta se presentó en las audiencias, pero el doctor nunca fue a ninguna, incluso a una de ellas ni siquiera llegó la abogada y el juez pidió reportarla al Colegio de Abogados y separarla del proceso. Nunca hubo interés de conciliar por parte de él, en algún momento lo único que planteó fue pagar el dinero en tractos de ¢50 mil colones”, dijo Arce.

Según la abogada, en las audiencia se determinó que había suficientes pruebas para ir a juicio por fraude y el juez ordenó la apertura del proceso.

“Nosotros ahora vamos a pedir el pago de cinco millones de colones, fuimos notificados y este miércoles a las ocho de la mañana empezará el juicio con dos testigos, la afectada y el agente del OIJ a cargo del caso.

“Nunca hemos tenido ningún acercamientos con el doctor, sabemos que otras personas también pagaron durante la actividad, pero no sabemos cómo solucionaron la situación, a mi clienta le molestó mucho que la hicieran ir en ayunas a las citas, pasar así largos ratos y que al final nunca le hicieron nada, ella confió en la trayectoria del médico”, dijo la defensora.

La Teja quiso conocer la versión del doctor Christian Rivera y nos indicaron que enviáramos un correo electrónico; sin embargo, no hubo respuesta.

Este miércoles el cirujano plástico debe presentarse ante los jueces pues la misma notificación indica que si no se presenta se decretará su rebeldía y se ordenará su captura.