Algunos de los chineos que están recibiendo los privados de libertad provocan indignación, sobre todo en los familiares de víctimas de homicidios.
Esta semana los reos de la Unidad de Atención Integral Reinaldo Villalobos, en Alajuela, que además es un chuzo de cárcel arrancaron con las clases de yoga para liberar el estrés, según explicó el ministerio de Justicia el objetivo es que manejen la ansiedad y controlen la violencia.
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Los presos están aprendiendo técnicas de respiración y meditación, con el objetivo de mejorar el ambiente en los módulos. Los policías penitenciarios también están recibiendo las clases.
Pero además de estos talleres, los reos constantemente participan en actividades deportivas, los sacan a pasear, los llevan a ferias, e incluso, este viernes informaron que en el Centro de Atención Institucional Nelson Mandela, en San Carlos, 21 privados de libertad iniciaron, esta semana, un curso básico de arbitraje para fútbol y fútbol sala.
Don Carlos Rojas, padre de un joven que fue asesinado asegura sentirse indignado con tanto chineo.
A él y a su esposa les arrebataron la vida de su hijo Cristian de 17 años, el 25 de agosto del 2006, en su casa en La Guápil de Alajuelita, ese día dos “amigos” llegaron y después de robarse un celular, un Nintendo y ¢800 mil mataron al muchacho.
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Un hombre de apellido Rojas Villareal fue sentenciado a 25 años, durante el debate también se determinó que el celular de la víctima fue dado a una tía del sentenciado, que los asesinos jugaron Nintendo después de darle muerte, y que Cristian era hostigado por el asesino.
El otro "amigo" no fue sentenciado porque el Ministerio Público no pudo comprobar su participación.
"Cuando uno ve todos estos beneficios como padres nos sentimos burlados, ofendidos, al ver que estas personas que han hecho daño a nuestros seres queridos y a la sociedad en lugar de ser castigados y corregidos son premiados, en lugar de tanto chineo deberían de ponerlos a trabajar", dijo Rojas.
Don Carlos asegura que le duele en el alma ver que un delincuente está haciendo yoga, lo llevan al estadio, hasta les dan estudios, cuando él en su casa está pensando en su hijo y luchando para salir adelante, al igual que muchas otras familias que han pasado por lo mismo.
"¿Cuándo el Ministerio de Justicia ha dicho que van a llevar a un familiar de una víctima, madre, esposa, hijo, hermanito a un parque o a una charla? Buscan reinsertarlos a la sociedad, pero nosotros y a la gente que sufre por cualquier delito nunca nos vamos a reinsertar", dijo el papá.
"Ellos tienen comida, médico, estudio y ahora hasta recreación, deportes y yoga, mientras que uno sale todos los días a trabajar bien duro, algunos días con menos fuerzas y más ganas de llorar. Les dan becas al que menos la merece y los hijos de padres que han sido asesinados se quedaron sin poder estudiar, de verdad que uno no entiende, ellos están presos para pagar su deuda no para tanta alcahuetería, nosotros no pedimos vivir esto, pero ellos si escogieron el camino para estar ahí", dijo indignado.
El ministerio de Justicia siempre recalca las actividades como esparcimiento para los privados de libertad.