Una mujer de 32 años y su sobrino de 18, quienes se dedican a vender chances, aseguran que fue un misterioso pistolero el que mató a un hombre que los atacó a balazos.
Con esto niegan la versión inicial de que fue el joven chancero el que acabó con la vida de uno de los sospechosos del ataque, quien de momento no ha sido identificado.
El homicidio se dio este miércoles a eso de las 10:30 de la mañana en el centro de La Guácima de Alajuela.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que, según la versión de los vendedores de lotería, ellos estaban en la calle cuando se les acercaron dos hombres en moto y sin decir una sola palabra empezaron a dispararles.
El joven recibió un balazo en el estómago y otro en el brazo izquierdo, mientras que la tía, de apellido Jiménez, resultó ilesa.
Luego del ataque los gatilleros huyeron, pero casi de inmediato se escucharon unos disparos y luego se vio caer al chofer de la motocicleta. Pero el sobrino, la tía y los testigos no vieron al misterioso pistolero.
El acompañante se asustó y salió corriendo para evitar que la policía lo agarrara o que también le dispararan a él. En la huida el sospechoso dejó botadas unas prendas de vestir y otras cosas que fueron decomisadas como evidencia.
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Los testigos dijeron a las autoridades policiales que el asaltante en fuga vestía una camiseta roja con el dibujo de una calavera. La Fuerza Pública hizo un rastreo en la zona, pero no lograron dar con él.
Los agentes del OIJ que llegaron a atender el hecho dijeron que no le encontraron ningún arma a los chanceros y que, además, la trayectoria de las balas que mataron al motociclista no coinciden con el lugar donde estaban los vendedores, por lo que descartaron que ellos le hayan disparado, como se dijo en un inicio.