Troy Matz, de 62 años, un estadounidense que vive en Costa Rica, cayó con su carro a un guindo de aproximadamente 800 metros de profundidad y salió vivo para contar el cuento.
En el fondo del barranco Troy quedó al lado de una quebrada, de la cual bebió durante las 90 horas eternas que pasó en el sitio.
Esta historia comenzó a suceder el miércoles 1 de junio, cuando Matz iba en carro hacia su casa, en Naranjales de Nicoya, y cayó por la pendiente.
Ninguno de sus allegados sabía qué le había pasado, solo decían que estaba desaparecido. Fue este fin de semana que lo hallaron aún con fuerzas luego de pasar prácticamente cuatro días sin alimentos sólidos.
Elvis Palma Benavides, bombero de la zona, estuvo junto a otros rescatistas y vecinos sacando al extranjero y todos coinciden en que fue un milagro que Troy sobreviviera.
Vecino vio un rastro
Durante el miércoles, jueves, viernes y parte del sábado hubo incertidumbre en la comunidad de Naranjales con respecto al paradero de Matz.
Fue pasada la 1 de la tarde del sábado cuando un lugareño que iba en moto por la calle principal vio un rastro de zacate majado, se asomó al guindo y descubrió que había un carro al que atajaban unos árboles.
Cuando otros vecinos bajaron, hallaron al estadounidense a un lado de la quebrada. A la 1:16 p.m. avisaron a las autoridades y antes de las 2 p.m. llegaron los bomberos, que tardaron cuatro horas haciendo el rescate, catalogado como muy difícil.
De acuerdo con el bombero, Matz había salido del carro por sus propios medios, pero desorientado y siguió cayendo hasta lo más profundo del guindo.
“El carró quedó entre 70 y 80 metros desde la calle principal y Matz quedó a unos 800 metros de donde quedó el carro. En el sitio había mucha pendiente y él rodó hasta quedar al lado del agua. Consideramos que cuando se le acabaron las energías quedó a la par de la quebrada, con esta agua sobrevivió”, detalló el bombero.
El accidente, al parecer, ocurrió durante la noche; sin embargo, el sobreviviente no recordaba bien el detalle del tiempo.
“Él estaba muy agradecido, temía que nadie lo iba a encontrar y que ahí iba a morir, cuando vio los equipos de emergencia se tranquilizó. Le decíamos que pronto iba a estar afuera, pero solo nos decía que ya se sentía acompañado, pero que se iba a sentir seguro hasta que estuviera montado en la ambulancia”, añadió Palma.
“Decía que era un milagro, no sabía dónde estaba. Tenía claro que iba para la casa (cuando se fue al barranco), pero no sabía en qué parte del camino quedó”, recordó el rescatista.
Según dijo Palma hubo momentos de mucha incertidumbre porque no creían que pudiera aguantar tanto tiempo, los rescatistas no bajaron por pendiente, atravesaron un cerro para hacer un rescate seguro.
“En toda la ruta y por la magnitud del guindo creíamos que iba a estar fallecido, cuando ya lo vimos como rescatistas queríamos acelerar el tiempo para sacarlo rápido y que recibiera atención médica”, señaló.
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Buena condición física
El bombero señaló que el estado físico de Troy le ayudó mucho y quizás esto fue lo que lo mantuvo con algunas fuerzas.
“Nosotros le dijimos que tenía buen estado físico y nos dijo ‘si, sí, en algún momento practiqué fútbol americano’. Seguramente también se alimentaba bien y por eso se mantuvo; sin embargo, cuando llegamos por él estaba muy deshidratado, tuvimos que sacarlo en una canasta de rescate”, explicó Palma.
El estadounidense quedó con muchos raspones y dolores musculares, tenía un golpe al costado derecho del cuerpo (parecía haberse fracturado una costilla) y se quejaba de dolor lumbar.
Además se le veían muchas picaduras de mosquito y estuvo en peligro de ser atacado por algún animal.
“Ahí hay culebras, coyotes, es una montaña. Estuvo en peligro de todo y salió libre de eso”, dijo el bombero.
A la zona llegó una mujer costarricense que, en apariencia, es la esposa del sobreviviente, pero su nombre no se conoció.
El carro quedó en la pendiente, de donde es muy difícil sacarlo.
En la zona la calle es de lastre y el camino tiene muchas pendientes, en Bomberos afirman que no son comunes los accidentes.