El hombre de apellidos Pérez Mena, de 39 años, y principal sospechoso de matar a Kimberly Araya Granados, pasará un año en prisión preventiva mientras avanza la investigación.
Así lo determinó este sábado un juez del Juzgado Penal de Heredia, tras finalizar la larga audiencia de medidas cautelares contra el sujeto, quien era esposo de la víctima.
Esto fue confirmado por Boris Acosta, abogado del sospechoso.
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El juez acogió la solicitud que hizo la Fiscalía de Heredia, que había pedido un año de cárcel contra el hombre al inicio de la audiencia, cerca de la 1 de la tarde.
El joven de 39 años es sospechoso de cometer el delito de femicidio y de encontrarse culpable se expone a una pena de cárcel de 20 a 35 años, según lo establecido en la legislación costarricense.
Los ojos de las autoridades judiciales están sobre Pérez Mena como el principal responsable de matar a Kimberly Araya, porque aseguran tener prueba suficiente que lo vincula, entre esas unas grabaciones de la noche en la que la ahora fallecida desapareció.
“Nosotros ya hemos documentado que esta persona venía en un vehículo con un bulto atrás, en la parte trasera del carro, con una sábana que lo cubría. Había venido alrededor de la medianoche del día que ella desaparece”, afirmó Randall Zuñiga, director del Organismo de Investigación Judicial horas después del hallazgo.
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El cuerpo de Kimberly lo encontraron a la 1:45 de la tarde del viernes 26 de abril tirado en un guindo cerca del túnel Zurquí, carretera a Limón. La mujer llevaba desaparecida ocho días.
Según trascendió este sábado, la familia ya le dio el último adiós a Kimberly en una ceremonia privada que fue a las 4:30 de la tarde en Jardines del Recuerdo de Heredia.
La pareja tiene tres hijos de 3, 9 y 11 años, los cuales están bajo la custodia temporal del Patronato Nacional de la Infancia.