Doña Selenia Alvarado está convencida de que los restos de una mujer descuartizada, que fueron hallados este lunes en Guácimo de Limón, pertenecen a su hija, Kembly Dayana Calderón Alvarado, de 36 años, quien estaba desaparecida desde el pasado 27 de enero.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) aseguró que, aunque todo apunta a que en efecto se trataría de Calderón, aún necesitan realizar las respectivas pruebas forenses y de ADN.
Sin embargo, doña Selenia explicó por qué está tan segura de que se trata de su hija, pues en la escena de uno de los hallazgos observó un objeto que le pertenecía a Kembly.
LEA MÁS: Caso Kembly Calderón Alvarado: Mamá habría sido descuartizada y su cuerpo apareció por partes
“Yo fui una que dije que sí era ella, porque de viaje estaba el pie de ella y estaban las sandalias rojas, yo estoy segura de que es ella”, explicó la señora.
La oficina de prensa del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) también confirmó el hallazgo de las sandalias y reconoció que esta era una evidencia muy importante para determinar la identidad de la víctima.
Macabros hallazgos
El caso por el homicidio de Kembly, quien era madre de un adolescente y un muchacho mayor de edad, salió a la luz este pasado lunes, cuando las autoridades fueron informadas sobre dos hallazgos de restos humanos en distintos puntos de Guácimo de Limón.
El primer ocurrió en horas de la tarde dentro de una propiedad ubicada cerca de la ruta 32. Ahí se dio el hallazgo de una pierna y un brazo, así como dos sandalias rojas.
Horas después, durante la noche, las autoridades recibieron otra alerta por parte de unos vecinos de Quebrada Las Vueltas de Fox Hall, que avisaron que había un mal olor, además que de que vieron una bolsa negra con aparentes restos humanos, con lo que parecía ser el torso de una persona.
La Policía Judicial también informó que, como parte de la investigación, el pasado viernes 7 de febrero allanaron una casa en esa misma zona, donde encontraron restos de sangre, por lo que se presume que Kembly pudo ser asesinada en ese lugar.
A esto se suma la captura de un sujeto de apellido Arrieta Pérez, dueño de la mencionada casa, quien se entregó al OIJ por estos hechos.
LEA MÁS: Primos se encontraron en un bar y luego desaparecieron misteriosamente
No sabía de su desaparición
Doña Selenia no sabía que su hija se encontraba desaparecida, ella se enteró de esa situación hasta qué agentes del OIJ llegaron a visitarla a su casa en Guayacán de Guácimo.
Según la señora, la última vez que vio a su hija fue el pasado lunes 27 de enero, cuando realizaron una actividad familiar. Después, Calderón se fue de la casa para darse una vuelta, dijo su mamá.
“Lo que a mí me puso a pensar fue que ella se fue el lunes y el miércoles vino el OIJ, me preguntaron dónde estaba ella y les pregunté por qué. Ellos me dijeron lo que querían saber, y si yo creía que mi hija estaba desaparecida, así que les dije que sinceramente no sabía nada”, contó.
Hasta ese momento, doña Selenia no había pensado que algo malo le hubiera pasado a Kembly, pues aseguró que su hija tenía la costumbre de irse por tres o cuatro días, pero al final siempre regresaba a casa.
Pensaba en lo peor
La señora fue contactada para que se presentara al OIJ a interponer la denuncia por la desaparición de su hija y en ese momento recibió una noticia muy ruda.
“Cuando ellos (investigadores) terminaron conmigo, me dijeron que me iban a decir la verdad, que el problema que hubo es que recibieron una llamada anónima que los tenía muy preocupados, porque dijeron que ella estaba en peligro”, mencionó Alvarado.
Doña Selenia empezó a pensar lo peor y ese presentimiento terminó por convertirse en una amarga realidad, pues este lunes recibió la noticia de que habían encontrado restos humanos que pertenecerían a su hija.
LEA MÁS: Hombre que trató de asfixiar a su pareja recibió esta condena
“Hasta la noche (del lunes) que pasó lo que pasó, me dijeron que había aparecido sangre y todo eso. Para mí esto es una tragedia”, contó.
Alvarado dijo estar devastada por lo que le hicieron a su hija, pero reconoció que al menos siente un leve alivio al saber que podrá darle santa sepultura.
“Ya me sentí bien, porque al menos apareció, hubiera sido más duro para mí (si no aparecía), porque pasaba pensando si la tenían amarrada, si estaba pasando dolor, si estaba viva o muerta”.
Por su parte, Randall Zúñiga, director del OIJ, aclaró este martes que el caso por la muerte de Kembly se trata de un homicidio y no de un femicidio, pero no entró en detalles.