Siete de las nueva personas que son investigadas como sospechosas por el caso “Gallo Tapado”, relacionado con la sustracción de ¢3.200 millones del Banco Nacional, podrían terminar el año tras las rejas.
Esto debido a que el Ministerio Público solicitó la medida cautelar de prisión preventiva contra estos imputados, por un plazo de seis meses. Según la representación de la Fiscalía, esta sería la medida idónea para evitar cualquier interferencia en la investigación que se realiza.
Dicha medida fue solicitada contra el principal sospechosos de sustraer el dinero, un hombre apellidado Olivas Valle, quien se desempeñaba como tesorero de Procesamiento de Efectivo.
La misma prisión preventiva sería aplicada para el resto de imputados, de apellidos Hernández Saborío (contador), Ramírez Sandí, Ugalde Morales y Blanco Oviedo (supervisores de procesamiento de efectivo), una mujer apellidada Cerdas Méndez (autoevaluadora de Procesamiento de Efectivo) y un hombre de apellidos Madrigal Faerron (exjefe de Tesorería).
Las dos investigados que quedaron en libertad y sin ninguna medida cautelar son un oficial de seguridad privada, apellidado Bolaños Zúñiga, y la directora jurídica del Banco Nacional, de apellidos Herrera Cantillo. Según la Fiscalía, esto se debe a que, al parecer, tuvieron menor participación en los hechos.
La audiencia de solicitud de medidas cautelares inició a la 1:30 p.m. de este jueves y se extendió hasta las 9:30 p.m. Este viernes fue retomada a las 9:30 a.m. y al cierre de esta nota aún no se había dado a conocer su resultado.
El Ministerio Público y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) iniciaron la investigación por este caso el pasao 24 de octubre, luego de que la prensa diera a conocer la sustracción de los ¢3.200 millones.
Según dicha investigación, el tesorero apellidado Olivas habría aprovechado un punto ciego de una cámara de seguridad para sacar fajos de dinero de una caja fuerte, los cuales ponía dentro sobre de manila.
La Fiscalía informó que por medio de videos han vinculado a Olivas con 10 eventos, pero estos podrían ser más, pues se presume que el sospechoso podría haber iniciado con la sustracción de dinero desde el 2019, fecha en la que se realizó el último arqueo físico de la caja fuerte ubicada en el área en el que este trabajaba.
En cuanto al resto de imputados, lo que se investiga es si estos conformaron un grupo junto a Olivas para facilitar la sustracción del dinero y que esta situación no fuera detectada.