Quienes llegaron este viernes al juicio contra el imputado de la sustracción de la bebita Keibril y las tres violaciones de su mamá de apenas 12 años, observaron al acusado de apellido Casasola más contento.
Durante la audiencia de la mañana le sonrió varias veces a una mujer que se encontraba entre el público, en un momento le dijo: “Con la cabeza en alto”; al rato, mientras el investigador del OIJ Luis Felipe Aguilar se preparaba para declarar, Cassasola intercambió miradas con ella y le dijo: “Guapa”.
El sospechoso aprovechó para hacerle corazones con las manos y también tocarse el pecho, ella no aguantó y le devolvió una señal de corazón con sus manos y hasta tuvo que tomarse un trago de agua para evitar romper en llanto.
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Según trascendió, la mujer sería familiar del sospechoso, pero durante todo el juicio se mantuvo callada y solo intercambió unas pocas palabras con la defensora pública del imputado.
Incluso, estuvo muy atenta cuando le pusieron las esposas a Casasola para sacarlo de la sala de juicio, él aprovechó para decirle entre dientes algo cuando pasó por su lado rápidamente.
El imputado pasó comiendo dulces durante el debate y tomando apuntes que luego su defensora se lleva en un fólder.
Durante la audiencia del miércoles, los jueces le llamaron la atención a Casasola y le pidieron que dejara de estar haciendo gestos.
El lunes el juicio seguirá a la 1:30 p. m. con la declaración de otro agente del OIJ.