Uno de los casos de femicidio más recordados en la historia de nuestro país fue el de Maureen Gabriela Hidalgo Mora, una asistente judicial que murió a manos de su esposo, el exdefensor público Luis Fernando Burgos Barboza.
Ese hecho, que conmocionó a todo el país ocurrió en el año 2006 cuando se denunció la desaparición de Hidalgo, desde ese momento el OIJ inició una extensa búsqueda, hasta que finalmente el cuerpo de Maureen fue encontrado en un barranco en el sitio conocido como Las Vueltas de Macho Chingo, en Atenas.
Tras darse a conocer la muerte de Hidalgo, su esposo incluso participó en la vela y el funeral, ya para ese momento las autoridades tenían serias sospechas de que él había sido quien acabó con la vida de su propia esposa.
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El caso se volvió muy conocido en todo el país, pues para ese momento Burgos era descrito como uno de los mejores defensores públicos del país, mientras que su esposa trabajaba en el Poder Judicial. Burgos fue detenido por las autoridades en julio del 2006, cuando estaba por cumplir 50 años.
El caso llegó a los tribunales y el 25 de setiembre del 207 las juezas a cargo del debate lo hallaron culpable del homicidio de Hidalgo y lo sentenciaron a 35 años de prisión.
Al final el exdefensor público no pagó la condena por estrangular a su esposa, pues el 6 de octubre del 2008 Burgos se quitó la vida mientras estaba encerrado en la cárcel de La Reforma.