Tres maleantazos seguramente pensaron que meter un paquete con drogas y un celular a la cárcel sería un queque si lo hacían durante la madrugada, pero no pudieron estar más equivocados.
Y es que dentro de su plan los bichos no calcularon que la Policía Penitenciaria los iba a estar esperando, por lo que al verse atrapados tuvieron que huir y dejar botada la carga que llevaban.
El hecho ocurrió este viernes a eso de la 1:30 de la mañana en los alrededores del Centro de Atención Institucional Carlos Luis Fallas, en Pococí de Limón.
Pablo Bertozzi, director de la Policía Penitenciaria, explicó que los uniformados estaban cinco pasos adelante de los maleantes, debido a que por medio de labores de inteligencia se enteraron que este viernes alguien iba a intentar tirar un paquete dentro del centro penal.
Por eso habían activado un protocolo para recibir a los vivazos con los brazos abiertos. A eso de la 1:30 de la madrugada, los perros de la Unidad Canina empezaron a ladrar luego de que detectaron que los bichos se estaban metiendo a una finca que es parte de la cárcel.
“Entonces se llevó a cabo un despliegue policial y los sujetos se dieron a la fuga, lamentablemente no se logró capturarlos”, explicó Bertozzi.
Los uniformados no tiraron la toalla y montaron un operativo de búsqueda durante las primeras horas de la mañana y gracias a eso hallaron el paquete de los vivazos, que estaba cerca de un río.
Se trataba de una bolsa de color celeste que contenía 1.300 gramos de marihuana, 67 gramos de cocaína, 113 gramos de crack, un celular, una batería extra, un cargador, una llave maya, una tarjeta telefónica y un chip.
El pasado 20 de agosto ocurrió un caso similar en la cárcel de Liberia, cuando tres sujetos fueron detenidos luego de que lanzaron al techo del centro penal un paquete que contenía casi un kilo de drogas.
De acuerdo con el Ministerio de Justicia y Paz, hasta el pasado 31 de julio las autoridades penitenciarias habían decomisado 130 kilos de drogas en centros penales y más de 2.000 teléfonos celulares.