A un maleante que pretendía meter un paquetón con celulares y drogas a la cárcel se le fue el alma del cuerpo cuando oyó varios plomazos, por eso salió huyendo y dejó la “encomienda” botada.
El Ministerio de Justicia confirmó que esto se dio la noche del martes en la afueras del Centro de Atención Institucional Carlos Luis Fallas, en Pococí.
Aparentemente el hombre planeó hacer la “entrega” de noche para que, según él, nadie lo viera lanzando el paquete, que iba bien cargadito y envuelto en cinta adhesiva negra.
Sin embargo, no tomó en cuenta que a esas horas los oficiales de las fortineras (torres de vigilancia) aumentan el control y se ponen más atentos que de costumbre.
“Uno de los oficiales observó a una persona que ingresaba a los terrenos de la finca, por lo que hizo disparos de advertencia”, confirmó el departamento de prensa del Ministerio de Justicia.
Los uniformados salieron soplados con la intención de pescar al maleante, pero cuando llegaron al último lugar donde fue visto solo encontraron el paquete.
Todo el combo
Al inspeccionarlo confirmaron que llevaba cuatro teléfonos celulares con sus respectivas baterías, cuatro cargadores y una tarjeta chip para celu.
Además hallaron 713 gramos de marihuana y poco más de 40 gramos de pasta crack, dos paquetes de papeles especiales para fumar marihuana y un naipe.
Esta es la segunda ocasión que ocurre un hecho como este en la cárcel de Pococí. La madrugada del viernes 6 de setiembre otro hombre dejó un paquete botado al ser sorprendido también por los oficiales.
En aquella ocasión el bicho llevaba un celular, una batería extra, un cargador, una llave maya, una tarjeta telefónica, 1300 gramos de marihuana, 67 gramos de cocaína y 113 gramos de crack.