La avioneta matrícula TI-BIL que se estrelló este sábado en Nandayure, Guanacaste, tenía un mes y 12 días de estar en el país luego de que Aerobell Flight school la comprara para dar clases a sus estudiantes.
La aeronave había sido presentada el sábado 17 de marzo en el aeropuerto Tobías Bolaños, de Pavas, donde Aerobell mantiene sus operaciones.
Aviación Civil abrió una investigación para determinar si el accidente se debió a una falla eléctrica, de ambiente o humana. En el suceso murieron el instructor Esteban Mora Argüello, de 34 años, y el alumno José Alberto Arroyo Guillén, de 26.
La aeronave, al parecer, había sido comprada en Belice y mantenía operaciones junto con la avioneta TI-BHC. La fatalidad de este sábado ocurrió cuatro meses después de que un accidente en esa misma zona cobrara la vida de otros dos pilotos ticos y de 10 extranjeros que visitaban el país.
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"No dejaron de volar, ahora lo hacen más alto"
Varios allegados de Esteban y de José Alberto expresaron en las redes sociales el dolor que sienten por la pérdida, muchos manifestaban que ellos "no dejaron de volar, solo que ahora lo hacen más alto".
Kattia Obaldía, cuñada de José Alberto, lo recordó con mucho cariño, expresó que era un ser maravilloso y que adoraba a sus dos sobrinas. Recordó una osita aviadora que le había regalado a su hija de tan solo 11 meses.
Santiago Arroyo, hermano de José, agregó que compartían la pasión por volar, pero Santiago se dedicó a otros estudios.
A José lo están velando desde este domingo a las 5 p.m. en la Funeraria Montesacro de Heredia y este lunes a las 9 a.m. será el funeral en la iglesia de La Aurora de Heredia, luego lo sepultarán en el cementerio La Guacima.
El instructor, Esteba,n será velado este lunes en Montesacro de San Pedro de Montes de Oca a partir de las 4 p.m. y el martes lo despedirán a las 11 a.m. en la iglesia de San Pedro de Montes de Oca.
De acuerdo con Enio Cubillo, de Aviación Civil, el plan de vuelo del sábado se inició desde las 10:35 a. m. cuando salieron del aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, con destino a Punta Islita, adonde llegaron a las 11:10 a.m. luego salieron de regreso a Pavas.
“Al llegar, el piloto Esteban Mora se comunicó, vía telefónica, con la torre de control e indicó que regresarían a Pavas. La pista de aterrizaje de Corozalito no tiene torre de control, por lo que a los tres mil pies de altura los pilotos debían informar a la torre de control que ya habían despegado, pero al parecer el accidente ocurrió antes de que alcanzaran esa altura”, dijo Cubillo.
Aviación Civil se encargó de recoger las piezas de la aeronave para la investigación.