Las balaceras ocurridas en dos barberías el jueves y el viernes parecen inspiradas en la película "El Padrino", en la cual los mafiosos atacan a sus rivales en estos lugares o en salas de masajes porque los encuentran desprevenidos.
El tiroteo más reciente dejó a seis personas heridas que están internadas en hospitales de San José. Este ataque ocurrió la noche del viernes en Tico Barber Shop, 200 metros al norte de la delegación policial de Tibás.
Un día antes hubo otro ataque a tiros en una barbería y tatuadora en Tres Ríos de La Unión. Allí asesinaron al taxista informal Cristian Manuel Ureña Montero, de 22 años, a quien le pegaron siete balazos frente a su novia y mientras estaba siento tatuado.
Las autoridades judiciales investigan las agresiones como actos aislados; sin embargo, les llama la atención la similitud entre las dos, que fueran en negocios dedicados a lo mismo y que los testigos dijeran que los pistoleros llegaron caminando.
En el caso de La Unión no resultó herida ninguna de las otras personas que estaban en el local, lo que sí pasó en Tibás. Las autoridades señalaron que el ataque en este segundo sitio era contra el dueño de la barbería, un hombre de apellido Vargas, pero cinco personas más quedaron heridas.
En setiembre del año pasado un hombre identificado como Raymond Ramírez Peña fue asesinado de varios balazos dentro de una barbería en barrio Cuba, San José.
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El experto en seguridad Álvaro Ramos opina que estos ataques irán empeorando debido al empoderamiento que consiguen los criminales.
"Al estar dentro de estos comercios (como barberías o lugares de tatuajes) la gente baja la guardia, se siente tranquila. El tipo de local se presta para llegar fácil y además el criminal no corre el riesgo de que le respondan de la misma manera por ser cerrado", explicó Ramos.
Detalló que en la actualidad cualquier comercio podría ser el escenario de un homicidio.
"El disparar contra las seis personas (en el caso de Tibás) quiere decir que los querían matar a todos. Debemos pensar en el impacto que esto provoca en términos de turismo, paz social, vivencia, inversión, entre otras", dijo Ramos.
Los heridos
El OIJ sostiene que, en apariencia, el ataque llevado a cabo en Tibás iba contra el dueño del comercio, identificado como José Pablo Vargas Barboza, de 32 años.
Este hombre ha sido pasado seis veces a la fiscalía por los delitos de portación de armas, robo agravado y accionamiento de arma. Está internado en el hospital Calderón Guardia, donde informaron que se encontraba grave por un tiro en el estómago.
Los barberos Cristhopher Francisco Aguilar Masís, de 24 años, con antecedentes por drogas, sufrió cortadas en las manos y las piernas a consecuencia de los vidrios que se reventaron; Nihger Delgado Ramírez, de 21 años y sin antecedentes, tuvo un roce de bala en el muslo derecho. Ambos están en el hospital México.
Una muchacha de apellidos Ramírez, de 21 años y sin antecedentes, fue internada en el hospital Cima por heridas en la frente causadas por los vidrios. Un menor de edad de 17 años también quedó herido.
Con amplio historial
Ramos, quien fue viceministro de Seguridad, adelantó que cuando los responsables son detenidos (si es que ocurre) se verá que tienen un largo historial de delitos.
"Me pregunto por qué este tipo de gente anda en la calle por la libre, no entiendo la mentalidad de lanzar a las personas más peligrosas a la calle".
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"Para colmo de males aprueban la Ley de Justicia Restaurativa, esto es darle una mano a los delincuentes. Insto al presidente a que vete esa ley, todavía tiene tiempo de frenar una situación que va a promocionar a los delincuentes como si se tratara de una carrera criminal. Empiezan robando y terminan siendo jefes de sicarios y carteles", concluyó Ramos.