El policía Juan Rodolfo Chavarría Paniagua, de 61 años, está cumpliendo este viernes 22 de diciembre, dos años de fallecido tras enfrentarse a un grupo de delincuentes que intentaron asaltar un supermercado en Santa Bárbara de Heredia.
Este mismo tiempo es el que lleva en fuga el hombre que habría accionado el arma y lo mató.
La identidad del tipo nunca trascendió, solo su fotografía, en apariencia era un nicaragüense y se desconoce si escapó hacia su país o si incluso sigue rondando en suelo tico.
El hijo mayor de este oficial de la Fuerza Pública, lleva el mismo nombre de su padre, él lamenta que nunca dieran con uno de los tipos que les robó la paz y la alegría de la familia.
“Aquí todo se mueve muy lento, es lamentable que la justicia de este país no se mueva rápido, tal vez si hubiesemos tenido un apellido de peso (se refiere a políticos) quizás sí corren, pero como mi padre era un policía, con un apellido no conocido, no les importó mucho”, dijo Juan Rodolfo, hijo.
Pese al dolor señala que ese sujeto pudo haber burlado la justicia terrenal, pero de la de Dios nadie puede esconderse y él junto a su familia decidieron entregar todo en manos de la justicia divina, poniendo en práctica las creencia que siempre tuvo su padre, pues era muy católico.
“Lo que aquí en la tierra no se paga, si hay que pagarlo en otra vida”.
“Él se escapó y no ha sido encontrado. Lo peor fue que todos los sospechosos dispararon, pero este fue el que le disparó a quemarropa a mi papá, de forma cobarde”, indicó.
Juan Rodolfo, hijo, espera que este sujeto no deje más dolor en las familias ticas.
“Sabemos que él no era nacional, ni tenía carné de Dimex, estaba de ilegal y para ese momento no tenía ni expediente judicial, vino solo hacer el daño”, exclamó el hijo del policía.
Un poco de justicia.
Dos sujetos de apellidos Orias Villalobos y Zamora Solís, de 24 y 27 años participaron en el asalto, junto al tipo en fuga.
Un cuarto asaltante de nombre Jeremy Javier García Cantillo, de 21 años, también estuvo en el atraco, pero él falleció después de ser baleado en pleno robo, murió en el hospital San Vicente de Paúl, en Heredia.
Incluso la mamá de Jeremy también murió asesinada, un año y dos meses después de la muerte de él, en otro hecho de violencia, ella se llamaba Cindy Paola García Cantillo, de 40 años.
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La Fiscalía de San Joaquín de Flores acusó a Orias y a Zamora el 11 de noviembre del 2022; para este 2023 tenían programado el juicio en su contra, pero ambos evitaron ir a los Tribunales y aceptaron su culpa y lo que se les acusaba en el expediente 21-007895-059-PE por homicidio calificado en concurso con un robo agravado.
“El 24 de enero del 2023, en la audiencia donde se solicitó la apertura de juicio, se realizó un procedimiento especial abreviado, en el que los imputados aceptaron voluntariamente los hechos acusados y recibieron una pena de 21 años de prisión cada uno”, afirmó en la oficina de prensa del Ministerio Público ante una consulta de La Teja.
Para la familia del uniformado hay tranquilidad que por lo menos estas personas no están a la libre dejando más dolor, sin embargo temen que como muchos casos los dejen libres o con medidas como suele pasar.
Juan Rodolfo es recordado con una misa y con la oración que realizan sus más allegados.
Este policía, como la mayoría del país, pasaba las fechas festivas trabajando, hubo muchas Navidades en que estuvo “por dentro” ---como le dicen los uniformados a las guardias---, pero cada 25 de diciembre disfrutaba del almuerzo junto a su esposa e hijos. Es por eso que ellos tratan de seguir con la tradición por amor a su padre.
Este policía seguirá siendo recordado por sus más allegados como el héroe que salvó a personas desconocidas durante un asalto en el supermercado El Dragón, se enfrentó a los antisociales que buscaban ganarse la vida con el esfuerzo de otros.
Don Juan fue un papá de lucha, nunca fue adinerado, pero siempre tuvo para regalar de lo que tenía a los más necesitados, pensaba en niños de escasos recursos y convirtió a sus dos hijos en buenas personas y profesionales, porque se esforzó en darles la universidad como la mejor herencia que les pudo dejar.