Detrás de los asesinatos de seis personas en una finca de Buenos Aires de Puntarenas estaría un asalto.
Las víctimas son Stephen Sandusky, de 61 años, un estadounidense dueño de la propiedad de 104 hectáreas donde ocurrió el crimen.
También fueron ultimados el matrimonio integrado por el mecánico César Quesada Cascante (44 años), la docente Alina Villarevia Rivera (41 años); el hijo de ambos, Daniel Quesada Villarevia, de 20 años; Susan Zúñiga Rodríguez (40 años) y Willy Borbón Muñoz (38 años).
Al principio se habló de que había muerto también un menor de edad, pero el OIJ descartó esa información.
La alerta por el hallazgo de los cuerpos fue recibida a las 12:38 a.m. de este lunes 18 de octubre.
Las autoridades sospechan que el móvil del múltiple asesinato sería el robo en vista de que la casa del extranjero muestra muchas señales de haber sido registrada y había una ventana rota.
Al parecer, quedaron botados algunos artículos que pretendían robarse, como una máquina de soldar y una motoguadaña.
El lugar donde fueron hallados los cuerpos se conoce como Llano Bonito de Buenos Aires. De acuerdo con las autoridades para llegar se debe entrar por Volcán y seguir 12 kilómetros hasta una finca, la calle que lleva a la propiedad es privada y está aproximadamente a 4 kilómetros de la carretera principal.
En la propiedad quedaron tres vehículos 4x4 y un tractor; uno de los carros (un pick up) estaba totalmente quemado y en el cajón se hallaba un cuerpo carbonizado.
A la par del pick up había otro cadáver, también quemado, y frente a este carro quedaron los cadávers de las dos mujeres, que habrían recibido balazos en la cabeza.
En un callejón, a unos 200 metros de donde estaba el pick up, fue hallado el cuerpo de Daniel, que presentaba heridas por arma de fuego. Al parecer, trató de escapar, pero los asesinos lo alcanzaron.
Otra víctima quedó a la par del tractor, al que taparon con llantas y le rociaron un acelerante con la idea de que ardiera, pero eso no ocurrió. Ese cuerpo sería el de César Quesada, el mecánico.
Llegaron a arreglar máquinas
De acuerdo con la versión de la Policía Judicial, Sandusky contactó a Quesada para que le arreglara unas máquinas en la propiedad.
Quesada llegó con su esposa, el hijo de ambos y la otra pareja. Todos salieron desde la mañana del domingo hacia la finca del extranjero. Les quedaba relativamente cerca porque eran vecinos de Pérez Zeledón y la propiedad a la que iban está en Buenos Aires (unos 59 km).
Pasado el mediodía del domingo, parientes de estas personas no volvieron a tener comunicación con ellas y eso les extrañó. La preocupación fue mayor en la noche al ver que no regresaban y seguían sin poder comunicarse.
“Los familiares decidieron trasladarse hasta el sector (la finca del estadounidense) para buscarlos y a eso de la medianoche llegaron a la propiedad y los encontraron sin vida”, detalló la oficina de prensa del OIJ.
Del estadounidense se sabe que era un pensionado y que había invertido en un restaurante en Dominical, se dedicó después a la cría de ganado y a la producción de café.
Había llegado al país a finales de los noventa y es una de las muchas víctimas de una estafa millonaria atribuida a Osvaldo Villalobos, cuyas empresas Ofinter y The Brothers atraían a inversionistas con la promesa de pagarles muy buenos intereses.
Wálter Espinoza, director del OIJ, explicó que en el caso trabaja un equipo amplio.
Investigan el hecho un equipo integrado por especialistas de la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios, Unidad Canina del OIJ, especialistas del Complejo de Ciencias Forenses y agentes del OIJ de Buenos Aires y de Pérez Zeledón.
“Cuando se trata de homicidios múltiples, la capacidad humana que tiene una sede policial tan pequeña como Buenos Aires requiere reforzamiento y esto nos motiva a enviar personal desde San José para que se integre al equipo de trabajo. En el lugar tenemos especialistas en el levantamiento de indicios, huellas, en temas de audiovisuales, Unidad Canina”, dijo Wálter Espinoza.