EscucharEl caso por la desaparición y aparente homicidio Nadia Peraza, la joven cuyo cuerpo estaría dentro de un refrigerador, tiene a los vecinos de San Pablo de Heredia consternados y con el corazón en la mano.
Entre esas personas se encuentra una amiga de la joven madre, de 21 años, quien la mañana de este viernes se acercó a la casa que está siendo custodiada por las autoridades, en calle Corobicí, y en la que se encuentra el refrigerador.
“Yo espero que sea una mentira, la esperanza es que no sea cierto”, dijo la mujer, quien pidió que su nombre no fuera publicado.
La señora contó que conoció a Nadia hace dos años, cuando la muchacha trabajaba en un restaurante de comida mexicana que curiosamente queda a unos 300 metros de la casa custodiada por las autoridades.
“Éramos conocidas, yo la conocí a ella y a la niña que tenía. La muchacha trabajaba en el restaurante y yo trabajaba al frente limpiando una casita a una señora mayor. Siempre que nos veíamos nos saludábamos”, contó.
En cuanto a la expareja de Nadia, un hombre apellidado Buzano, de 25 años y quien permanece detenido, la señora contó que este en apariencia acosaba a la joven madre, al parecer, pues se negaba a que ella quisiera separarse de él.
“Sabía que él la seguía, nunca me di cuenta que la golpeara, pero sí la seguía y la acosaba.
“Ya ellos estaban separados cuando pasó, ellos tenían pleitos, porque ella ya no quería estar con él, la relación había terminado”, dijo.
La mujer dijo que pese a su corta edad, Nadia era una muy buena madre, que trabajaba para que a su hija no le faltara nada.
“Amaba a su hija sobre todas las cosas, nadie puede decir que era una mala madre, como que la dejara para irse con él, nadie puede decir eso, ella siempre cargó con la niña y siempre dijo que su niña era lo primero”.
La joven madre, quien al parecer vivió con el sospechoso en Bajo Los Molinos, en Heredia, desapareció el 20 de febrero de este año, pero la denuncia fue interpuesta hasta el 1 de marzo.
En cuanto a Buzano se supo que este llegó a alquilar un cuarto a la casa custodiada, el pasado 6 de abril, ahí llegó con sus pertenencias, entre estas el refrigerador.
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Extraoficialmente, trascendió que habría sido un vecino quien reportó un mal olor que salía del refrigerador, lo que motivó el inicio del operativo policial.
En este momento aún se está a la espera de que el OIJ reciba el permiso de un juez para allanar dicha propiedad, así como la casa en Bajo Los Molinos.
