Detrás de una situación tan violenta como la que ocurrió en Pavas, San José, en la que un hombre mató y le sacó el corazón al perro de la hermana luego de agredirla, se esconden una serie de rasgos que evidencian que la persona creció en un ambiente de violencia extrema.
No obstante, a pesar de esta situación, ocurrida el sábado anterior, no hay justificación del por qué estas personas llegan a cometer actos atroces.
Así lo explicó en una entrevista para La Teja la psicóloga clínica y forense Yesenia Murillo, de la Unidad de Análisis del Comportamiento Criminal de la oficina de Planes y Operaciones (OPO) del OIJ, quien nos habló del maltrato en general hacia los seres vivos.
"Posiblemente estas personas esconden algo más profundo con estos actos de violencia extrema, encubren procesos psicológicos y socialmente débiles, que pretenden con sus actos mostrarse fuertes, importantes y sobresalientes.
Crecieron en ambientes violentos
La experta agregó que lamentablemente los casos de maltrato a los seres vivos seguirán dándose, afirmó que establecer las causas de la personalidad de los agresores es algo complejo; pues el temperamento es un proceso que se construye de manera continua a lo largo de la vida, en la que se involucran factores biológicos y psicosociales.
“En general no es la regla, pero muchas de las personas maltratadoras de animales suelen ser personas que han crecido en familias poco estructuradas (sin generalizar), han crecido viendo comportamientos violentos hacia personas más indefensos (incluye animales)”, explicó.
Este análisis de la psicóloga forense es un acercamiento que ayuda a comprender el desarrollo de estas conductas sádicas y violentas.
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Rasgos de los agresores
Sostuvo que este tipo de agresores son seres que no pueden postergar la frustración.
“Ellos necesitan todo de inmediato, de lo contrario se vuelven hostiles, son autoritarios, algunos tienen conductas machistas, aunque también existen mujeres que maltratan animales; suelen ser manipuladores y egoístas pues no logran conectarse emocionalmente ni con personas ni con animales”, expresó.
Manifestó que también tienen un pobre control emocional porque proyectan la ira con el acto violento.
“Con esta crueldad podrían infundir miedo, podrían señalarle a otra persona que con su acto violento debe someterse, porque si no le podría pasar lo mismo”.
Sienten placer y no se arrepienten
La psicóloga dijo que muchos agresores reciben placer por ese sufrimiento que le generan a cualquier ser vivo.
"La mayoría de veces no suelen arrepentirse de sus acciones, por lo que pueden extender su comportamiento agresivo hacia otras personas, como la familia, los vecinos, pueden ser muy pleiteros”.
Aclaró que estas personas no están enfermas, ellos no presentan sicopatalogía (trastornos mentales) que los conviertan en personas que no pueden ser juzgadas.
“Esta situación empeora si la persona es consumidora de drogas o está desempleada, estos son factores detonantes que indican que continuará cometiendo agresiones cada vez más graves”, expuso.
“Muchos de ellos no tienen la capacidad de expresar su ira, su enojo de una manera adecuada y proyectan todo ese sentimiento hacia los más indefensos, los más vulnerables”, manifestó Murillo.
“Muchas de las agresiones a seres más indefensos los hace sentir importantes y con mayor poder, nos refleja mucha inseguridad y complejos”.
Defensores de animales piden paz
El Ministerio de Seguridad Pública afirmó que el responsable de sacarle el corazón al perro quedó libre; ante esta situación varios defensores de animales se manifestaron este lunes desde las 2 p.m. hasta las 7 p.m. frente a los Tribunales de San José.
Juan Carlos Peralta, uno de los participantes dijo que no es posible que permitan un acto tan cruel.
“Esto no fue una muerte común, tenemos una abogada que va a investigar por qué dejaron al hombre libre, estamos ante una agresión intrafamiliar y la muerte de un animal con saña”.
Peralta expresó indignado que no es posible que aún haya personas y autoridades sin sensibilidad.