Si los chiflones de estos días lo tienen asustado, vaya acostumbrándose porque se van a mantener hasta el fin de semana e, incluso, se van a poner más bravos.
Es por eso que la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) declaró alerta verde.
Esa alerta es cuando se prevé que una fenómenos pueden afectar o poner en peligro o riesgo una comunidad, en este caso se estableció para el Pacífico Norte, por ráfagas de viento y mar picado; en la zona norte, por ráfagas de viento y lluvias; en el Caribe, por lluvias, vientos y mar picado, y en el valle Central, por vientos.
“Se registran ráfagas máximas de 99.8 km/hora en La Cruz de Guanacaste, mientras en el valle Central los rangos son de entre los 40-70 km/h. Este patrón ventoso además favorece el ingreso de humedad hacia el Caribe y zona norte. De acuerdo con la tendencia semanal del tiempo (del 06 al 12 de febrero, 2023), esta condición puede acompañar el resto de la semana el territorio nacional, incluso para el finde semana aumentar la intensidad del viento, pudiendo superar los 100 km/h en algunos lugares”, indicó la CNE en un comunicado de prensa.
Los sistemas de alta presión mantienen los oleajes altos en el Caribe y Pacífico norte.
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La CNE pide a la población estar informada, atacar las noticias que se difundan, extremar las precauciones por los vientos fuertes y sus efectos en techos, postes, cableado eléctrico, postes, rótulos, árboles y otros.
Además evitar realizar quemas de cualquier tipo, ya que, ante las condiciones secas y ventosas, fácilmente pueden salirse de control. Es importante que las embarcaciones pequeñas en el Pacífico norte, Pacífico y Caribe se mantengan alerta.
Quienes vayan a la playa deben estar alertas por los fuertes oleajes que pueden provocar corrientes muy bravas.
Así como extremar precauciones en las partes montañosas del país, tales como parques nacionales y áreas volcánicas.
También piden precaución a la navegación aérea por fuerte turbulencias, sobre sectores montañosos y niveles atmosféricos más bajos.
Y a los conductores ante condiciones adversas en carreteras, por lluvias, niebla y vientos, tanto por visibilidad como caída de árboles o deslizamientos.