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Un aproximado de ¢2000 millones fue lo que logró ganar una banda limonense financiada por "Macho Coca", dedicada al robo de combustible en un sector de la carretera que comunica a Limón con Turrialba, por donde pasa el oleoducto de Recope.
Wálter Espinoza, director del OIJ, afirmó que la organización era investigada desde finales del año anterior y la mañana de este martes lograron la captura de al menos 14 sospechosos mediante 19 allanamientos en el Caribe.
Entre los detenidos esta "Macho Coca", de nombre Gilberto Bell Fernández, quien daba apoyo logístico, aportaba dinero a la organización, facilitaba vehículos para el transporte y propiedades para almacenar el combustible, a cambio se dejaba parte de la gasolina. Bell también ha ha sido investigado por narcotráfico.
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Esta es la segunda banda que detienen los judiciales, en menos de una semana, dedicadas al robo de combustible. La primera que detuvieron fue el viernes anterior en Puriscal y Heredia, cuyo combustible lo vendían en una gasolinera en San Francisco de Heredia, propiedad del líder de la banda quien vivía en un chozón en Puriscal.
Espinoza afirmó que ambas organizaciones sacaban combustible como gasolina, plus, diésel y jet A1, no obstante, las bandas no tenían relación entre sí.
"Lo que hacían era que fabricaban tomas artesanales con una llave de paso, instalaban un acople en el oleoducto y le conectaban una manguera de alta presión. Eso les permitía sustraer cantidades de combustible, incluso llenaban tanques", dijo Espinoza.
El combustible lo llevaban en tanquetas de 1000 litros y los comercializaban de manera ilegal, al parecer la organización caribeña cometía los robos desde noviembre del 2016.
Mamá le ayudaba a hijo
Entre los 16 detenidos hay dos hombres de apellidos Ramírez Rodríguez, Villalobos Bustos, señalados como los líderes. Ambos también recibían y vendían el combustible robado.
Al inicio de la investigación, el 24 de marzo del 2017 en La Isla de Moravia, la Fuerza Pública detuvo un carro que era conducido por uno de los líderes, el de apellidos Ramírez Rodríguez, quien transportaba ¢13,4 millones ocultos debajo del asiento trasero del vehículo. La Fiscalía de Limón investiga si ese dinero forma parte de las ganancias por el robo de combustible.
La fiscal subrogante Ileana Mora afirmó que la mamá de Ramírez Rodríguez también fue detenida, ella es de apellidos Rodríguez González.
Los demás miembros tenían funciones como extracción, soldadura, transporte, entre otros.
Tarea continúa
Las autoridades afirmaron que el combustible era extraído en horas de la noche, en una ocasión los ladrones hasta amenazaron a un guarda de Recope con una AK-47.
"La conexión que hacían se extendía varios metros, pasaban por terrenos y por quebradas, por lo cual había riesgo de derrames y contaminación"
Mora agregó que la Fiscalía de Limón ha detectado otros grupos dedicados a este ilegal negocio.
"Por eso se está actuando, esto sigue en investigación y es una lucha que se esta dando porque no queremos que esto siga ocurriendo porque el daño para el país y de la población en general es muy grande, sabemos que los vapores de combustibles pueden generar explosiones, sabemos que el oleoducto pasa paralelo a la ruta 32 (Braulio Carrillo), pasa por poblados en donde el riesgo a la seguridad común sería muy importante", manifestó Mora.
Robos a contenedores
A este grupo también se le relaciona con un robo agravado, que ocurrió el 24 de marzo anterior, cuando se llevaron de un predio de un almacén fiscal, en Limón, tres contenedores cargados de tilapia y camarones.
Además, se les acusa de participar en la receptación de un contenedor cargado de cobre, el cual fue robado en noviembre del 2017 en la carretera Braulio Carillo. La banda lo habría escondido en diciembre anterior.
"Era un grupo muy bien estructurado, tenía un negocio establecido, mejoraron habilidades y destrezas para obtener combustible, ya tenían instalada una red de distribución, contaba con predios en Limón, tenía tanquetas, áreas de almacenamiento y cisternas", dijo Espinoza.
De momento han decomisado vehículos y las detenciones son catalogadas judicialmente como un trabajo exitoso.
"Es un trabajo muy importante porque se trata de la sustracción, apropiación y distribución ilegítima provocando un enorme perjuicio al Estado", concluyó el director del OIJ.
A la organización le decomisaron un arma AK47, municiones, camiones con tanquetas, manqueras especiales para sustraer el combustible, pick ups, los cuales hacían la custodia de los traslados, factureros en blanco de una gasolinera de la zona, dinero en efectivo (aproximadamente ¢600.000), y chalecos antibalas.
Además los predios y las fincas de "Macho Coca" se pusieron a la disposición del Instituto de Control de Drogas (ICD).
A este grupo también se le esta investigando por lavado de dinero, para determinar como obtenían los bienes para almacenar el combustible.
