Tuvieron que pasar más de 19 años para que las autoridades de Panamá pudieran ponerle las manos encima a un tico condenado en 1999 por matar a balazos a un canalero que no le quiso pagar la plata de una apuesta.
Se trata de un costarricense identificado por las autoridades como Rubén Enrique Daliano Torres, detenido por el Batallón Occidental del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) de Panamá. Lo agarraron en un lugar como Brujitas, en Progreso, provincia Chiriquí.
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Según trascendió, los oficiales abordaron a Daliano este lunes a eso de las 9 p.m., cuando realizaban labores preventivas.
Al revisar su identidad los agentes se dieron cuenta de que el tico era buscado por las autoridades desde 1998 por un caso de homicidio y de un solo lo hicieron pegado.
De acuerdo con una publicación del medio panameño El Siglo, Daliano era buscado hasta debajo de las piedras por el asesinato de Demóstenes Caballero Caballero, un ciudadano panameño al que mató a punta de balazos.
Aprehenden a presunto homicida en el sector de Progreso en Chiriquí requerido por el asesinato de una persona en 1998. @senafrontpanama pic.twitter.com/1m1g7zriBQ
— Telemetro Reporta (@TReporta) November 14, 2017
El crimen se dio la noche del martes 15 de setiembre de 1998 en las inmediaciones de la conocida gallera Tres Toneles, en Paso Canoas, propiamente del lado canalero.
Según trascendió, los dos hombres se encontraban en el lugar apostando en peleas de gallos diferentes hasta que coincidieron en uno de los enfrentamientos, en el cual el emplumado animal al que le apostó Dailano salió vencedor.
Aparentemente Demóstenes debía pagarle cerca de $100 al tico por perder la apuesta; sin embargo, se habría negado a darle la plata, por lo que hubo una fuerte discusión a la que el tico le puso final a pegarle 7 plomazos a su rival.
El medio panameño mencionó que por este hecho Daliano Torres fue sentenciado a 10 años de prisión. El tico fue juzgado en ausencia el 31 de octubre del año 2000 porque ya se había dado a la fuga.
Trascendió que el hombre habría cruzado la frontera para ocultarse por bastante tiempo en Pérez Zeledón, sabiendo que las autoridades ticas no podrían entregarlo al país vecino.
Sin embargo, en apariencia pensó que después de 19 años a todo el mundo ya se la había olvidado lo que pasó en esa gallera y se la habría jugado para cruzar una vez más a Panamá.
Como el tico se dio a la fuga y se desapareció las autoridades del país vecino tuvieron que girar una orden de captura el 23 de febrero del 2001, la cual se mantuvo activa hasta este lunes 13 de noviembre.
Los oficiales del Senafront entregaron al costarricense a las autoridades para que pague la sentencia.