La investigación por el mortal secuestro del estadounidense William Sean Creighton Kopko sigue abierta.
Prueba de eso es que, este jueves en la mañana, los agentes de Legitimación de Capitales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvieron a otros dos sospechosos.
Se trata de dos hombres de apellidos Molina y Morales, ambos en apariencia serían ingenieros y fueron detenidos en Vargas Araya y en Los Higuerones de San Pedro de Montes de Oca, en San José.
“Habrían participado en las transacciones del dinero, de unas monedas de bitcoin (con las que la familia pagó el rescate), parece que ambos son ingenieros y entonces tienen conocimiento en todo esto del rastreo”, señalaron en la oficina de prensa del OIJ.
En esta investigación también participaron los investigadores de la sección de Cibercrimen.
William Sean era estadounidense; sin embargo, tenía muchos años de vivir en Costa Rica donde formó a su familia, era dueño de una casa de apuestas y la noche del 24 de setiembre del 2018 fue secuestrado, la investigación determinó que murió en las 48 horas siguientes luego de su secuestro, por medio de asfixia, lo cual eliminó muchos rastros en el sitio de cautiverio.
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El homicidio ocurrió pese a que la familia pagó $900.000 en monedas de bitcoins (poco más de ¢553 millones) por su liberación; sin embargo, Creighton nunca regresó y en setiembre del 2019 fue hallado sin vida enterrado en una fosa en Quepos.
La tarde del 20 de mayo anterior, las juezas del Tribunal Penal de Goicoechea condenaron a parte de la banda, trascendió que el 14 de noviembre anterior los condenados apelaron la sentencia, pero eso sigue en estudio.
A los líderes de la organización les impusieron 75 años de cárcel, la cual se readecua a 50 años de prisión. A dos oficiales de tránsito también les sentenciaron a 35 años y 25 años por colaborar con la banda.