Un desalmado metió a un perrita dentro de un saco y la lanzó a un río para que muriera ahogada, pero el destino tenía planes muy diferentes para la peludita, ya que no solo fue rescatada sino que también encontró un hogar donde la empezaron a chinear.
Esta es la historia de Marshall, la perrita que la mañana del pasado lunes 5 de abril fue rescatada del cauce del río Ocloro, en San José, por los bomberos Warner Retana y William Corrales.
El caso de la peludita se dio a conocer hasta la tarde de este sábado 17 de abril, cuando el Cuerpo de Bomberos compartió la historia en su perfil de Facebook.
El bombero Warner Retana contó que este caso inició luego de que recibieron una llamada desde Lomas de Ocloro, en la cual una mujer les dijo que escuchaba a un perrito llorando desesperadamente, pero no lograba ver en dónde estaba.
“Junto con mi compañero don William Corrales empezamos a hacer una revisión a la orilla del cauce y en eso él se acercó a la raíz de un árbol y ahí encontró un saco que tenía un huequito, por el cual la perrita intentaba sacar la cabeza”, detalló el rescatista.
Rescatada
El bombero dijo que, en apariencia, el sacó había sido arrastrado varios metros por la corriente hasta que quedó prensado en esa raíz.
Añadió que de no haber llegado a tiempo es probable que el animalito hubiera muerto, pues el agua estaba por alcanzar el hueco que la perrita desesperada hizo con el fin de salvarse.
“Cruzamos el río y llegamos a la raíz del árbol para rescatar a la perrita y llevarla a la orilla. Tuvimos que ponerle el atrapa animales para que no nos mordiera, porque en ese momento estaba muy nerviosa y asustada”.
Retana explicó que se trataba de una perrita con pelaje negro y blanco, que a lo mucho podría tener unos nueve meses.
Una nueva vida
Por lo general, cuando los bomberos rescatan a un animalito suelen llevarlo a un centro veterinario, pero en este caso no fue necesario, pues en cuestión de minutos la peludita encontró un nuevo hogar.
“La señora nos dijo que era un pecado lo que le hicieron a la perrita y que por eso tomó la decisión de hacerse cargo de ella y terminó por adoptarla.
“Como anécdota vacilona, la señora nos dijo que no sabía qué nombre ponerle, entonces le propusimos que le pusiera Bomberita”, contó Retana.
Kimberly Herrera es la mujer que decidió cambiarle la vida a la peludita, ella contó que la perrita se convirtió en poco tiempo en una fiel compañera para ella y su hija Zoe, de 3 añitos.
“Como era tan cachorrita y estaba tan asustada decidí dejármela. La llevamos al veterinario y vimos que la persona que la tenía antes la maltrataba bastante, le tuvieron que poner unos analgésicos. Ahora no se despega de mí, se sienta a trabajar conmigo y si salgo a la pulpería llora. Aquí estamos cuidándola bastante”, dijo.
Herrera contó que no le dejaron el nombre de Bomberita pues su hija quiso llamarla Marshall, debido a un perrito que sale en una de sus fabulas favoritas, aunque ese personaje es un bombero en la serie.
Sentimiento muy bonito
Retana aseguró que el rescate de la peludita es una experiencia que jamás podrá olvidar.
“Cuando hacemos este tipo de rescates el sentimiento es muy bonito, porque se trata de un animalito que no tenía como defenderse, indefenso, amarrado dentro de un saco y que bien pudo haber fallecido en ese lugar, por lo que rescatarlo fue muy emocionante”.
El rescatista contó que una vez que a la perrita se le pasó el susto esta empezó a jugar con él y su compañero.
“Nos brincaba encima y todo, para nosotros esa fue la forma en la que nos estaba dando las gracias. Fue una experiencia muy bonita porque no todo el tiempo podemos vivir algo así”.
El bombero dijo que cuando tenga chance visitará a la señora para ver cómo se encuentra la perrita y tomarse unas fotos con ella.