Alexandra Sibaja Mora, de 14 años, es un milagro de vida, ella sufrió un violento atropello sobre la radial de Alajuela.
Su condición de salud era crítica; incluso, los cruzrojistas tuvieron que esforzarse para manterle el ritmo cardiaco y llevarla con vida al hospital San Rafael de Alajuela con vida; justamente, esa acción fue la primera que le comenzó a salvar la vida.
Los golpes la mantuvieron en cuidados intensivos durante 20 días, sufrió lesiones en la cabeza que le provocaron la pérdida de su comunicación oral y camina apoyada de un bastón, su proceso de recuperación no ha terminado, pues sigue recibiendo terapias de lenguaje y físicas.
Alexandra ha enfrentado muchos dolores para su recuperación y, pese a estos, ella junto con sus familiares están agradecidos con el cruzrojista Miguel Berrocal, quien la atendió y luchó por salvarle la vida, por esto es que la familia lo buscó para agradecerle por su profesión, ya que por medio de esta le salvó la vida a la adolescente.
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Salida al cine terminó en emergencia para colegiala
El accidente ocurrió el miércoles 10 de julio anterior, sobre la radial que pasa frente al City Mall. Para doña Denia Mora ese día comenzó una nueva oportunidad de vida, tanto para su hija menor como para toda la familia.
“Mi hija estaba de vacaciones y me pidió permiso para ir al cine; como siempre he sido una mamá gallina, le dije que no podía, pero ella me insistía ‘mami por favor’. Usted sabe, ella está en la adolescencia y quieren salir, entonces le di permiso y le dije que no saliera del City Mall hasta que pasara por ellos (ella y los amigos) para ir a dejarlos a las casas”, recordó la mamá.
Los muchachos no hicieron caso y cinco meses después las razones del por qué salieron aún se desconocen.
Doña Denia iba para una reunión de trabajo cuando mediante una llamada le avisaron del accidente tan grave. Alexandra había sido golpeada por un Mustang (carro deportivo usado para andar a alta velocidad).
“Lo que recuerdo es que yo estaba en el trabajo, iba para una reunión, cuando me entró una llamada de una prima de mi hija mayor y me dijo: ‘tía, Alexandra acaba de tener un accidente en la pista’. Yo sabía que andaba en el City, de ahí lo que sé es que me juntaron del piso y me llevaron para el hospital.
“Cuando llego al hospital ella todavía no había llegado, escucho donde avisan que alisten la sala de shock. Mucho tiempo después coincidí con una muchacha que me cuenta que en el lugar del accidente iba pasando una patrulla de Tránsito y la Cruz Roja, y que el muchacho cruzrojista decía con la cabeza que no, que no había nada que hacer, aún así pidió soporte avanzado. El cruzrojista se llama Miguel Berrocal; él pidió que lo dejaran trabajar y, según testigos, duró 20 minutos en la ambulancia tratando de reanimarla”, detalla la mamá de la menor.
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Cuando la muchacha llegó al hospital los médicos le dijeron en tres ocasiones a sus familiares que debían despedirse de la joven, pues ella no iba a resistir.
Dichosamente, soportó los cuidados médicos y ese mismo día la pasaron al hospital México en La Uruca, San José, ya que en este tienen neurocirujanos. El proceso ha sido largo, pero Alexandra se convirtió en un milagro.
“Al mundo entero le voy a decir que ella es un milagro”, exclamó la mamá con alegría.
Tuvieron trabas, porque el conductor del carro no quiso activar la póliza y los papás de la jovencita han tenido que pagar terapias por aparte.
“El señor (conductor del carro) es un médico y ni si quiera nos preguntó cómo está ella, lo que nos alegó es que él también era víctima e iba a proteger sus intereses”, lamentó la mamá.
La joven cruzó la calle por un sitio prohibido al tratarse de una pista y de eso se valió el chofer del vehículo.
“Hemos tenido el apoyo de vecinos, jefes y compañeros, que nos han tendido la mano y no podemos quejarnos”, dijo la mamá.
También buscaron al paramédico y le agradecieron por ser parte de este milagro de vida.
“El muchacho superhumilde, fuimos con un cariñito muy humilde, porque no tenemos cómo pagarle todo ese amor, todo lo que él dio por nuestra hija.
“Nos manifestó que ama su profesión y, bueno, eso se le nota”, señaló doña Denia.