Sucesos

Accidente le arrebató las piernas a fisicoculturista, pero no logró apagar el fuego que sentía en su corazón

Cuando estaba siendo arrollado por un furgón, lo único que Randy Granados hizo fue pedirle una segunda oportunidad a Dios

EscucharEscuchar
Randy Granados, fisiculturista que perdió las piernas en accidente de tránsito en el 2014. Foto cortesía Randy Granados.
Randy Granados es un verdadero ejemplo dentro y fuera del ámbito del deporte. Foto cortesía Randy Granados.

Randy Granados es un fisiculturista cuya mayor fortaleza no se encuentra en la fuerza de sus brazos, pecho o espalda, sino en la de su corazón.

Ese mismo corazón impidió que se apagara la llama que él necesitaba para salir adelante tras haber perdido sus piernas en un accidente de tránsito, en el que no tuvo la culpa.

“Cuando yo salí de eso tuve mucho apoyo espiritual, porque si no estas agarrado de un poder supremo como el de Dios, no lo logras, yo realmente me creía un hombre muy fuerte por las cosas que le llenan el ego a uno, pero descubrí que el ser humano es muy frágil”, contó Granados.

La vida de Randy cambió para siempre hace 10 años, cuando un conductor de un furgón provocó el terrible accidente que terminó costándole sus piernas. Al verse sin sus extremidades, Granados pensó que su vida había terminado, pero su corazón no se rindió, pues levantó ese enorme peso causado por la tristeza y lo llevó a ver un futuro que él nunca se había imaginado en el mundo del levantamiento de pesas.

Granados se convirtió en el primer fisiculturista en silla de ruedas en nuestro país, además de un ejemplo de superación y motivación para otros que atraviesan pruebas como la que él tuvo que enfrentar.

La vida es bonita cuando le encuentras el gusto y vale la pena luchar, vale la pena vivir y esforzarse”.

—  Randy Granados, fisiculturista en silla de ruedas.
Randy Granados, fisiculturista que perdió las piernas en accidente de tránsito en el 2014. Foto cortesía Randy Granados.
Desde antes del trágico accidente Randy ya estaba metido de lleno en el fisiculturismo. Foto cortesía Randy Granados.

El jueves 15 de mayo del 2014 es una fecha que Randy jamás podrá olvidar, pues ese fue el último día que pudo caminar con sus piernas, pues a eso del mediodía, cuando viajaba en motocicleta hacia su trabajo en la Dos Pinos, fue que ocurrió la tragedia.

“Iba por la carretera a La Uruca, por la paralela que baja por el monumento del Agua hacia la General Cañas. Yo estaba haciendo el alto en mi moto cuando en ese momento un chavalo en un furgón, que venía a alta velocidad, no me vio y me impactó por detrás”.

Granados contó que el golpe fue tan rápido y violento que no pudo reaccionar, lo poco que recuerda es que su vida completa pasó por delante de sus ojos en cuestión de segundos.

“En ese momento no pude pensar en absolutamente nada, sentí un miedo de muerte, porque sentí un frío espantoso en el cuerpo. Recuerdo que iba al suelo como en cámara lenta y lo único que pude decir en ese momento fue: ‘Señor, perdóname y no me dejes morir’, eso fue lo único que me salió de la boca, luego me desconecté”.

Según testigos del accidente, el camión arrastró a Randy por más de ochenta metros hasta que finalmente se detuvo. El fisicoculturista quedó son sus dos piernas prensadas debajo de las piñas traseras del furgón, por lo que los cuerpos de emergencia tuvieron que realizar labores muy delicadas para sacarlo con vida.

Granados fue llevado de emergencia al hospital México, donde estuvo en coma por un mes completo.

“Cuentan los doctores que haber quedado en coma fue lo mejor que pudo pasarme, porque eso es un efecto de la mente, porque al haber tanto dolor la mente te desconecta, para que el corazón no se infarte”, agregó.

Randy Granados, fisiculturista que perdió las piernas en accidente de tránsito en el 2014. Foto cortesía Randy Granados.
Lo más duro para Randy fue aceptar que le amputaran su pierna derecha. Foto cortesía Randy Granados.

Como Randy quedó en coma tras el accidente, su madre tuvo que tomar una difícil decisión por él, ya que de eso dependía su vida.

“Al segundo día del accidente el doctor llama a mi madre y le pidió permiso para amputarme la pierna izquierda, porque si no iba a morir de una gangrena. Recuerdo que después del mes que pasé en coma desperté y fue bastante impactante porque me ardía mucho la pierna izquierda y cuando trate de tocarla no sentía nada, fue un impacto demasiado fuerte”.

El deportista recordó que para él fue muy difícil entender lo que estaba pasándole, pues la última vez que había estado despierto contaba con ambas piernas y se encontraba en perfecto estado de saludo, en cambio en ese momento estaba tendido en una cama y sin fuerzas ni para levantar una cuchara.

Tras estar un poco más recuperado, Randy fue pasado al Hospital del Trauma, donde pasó 9 meses internado, los cuales fueron sumamente difíciles para él y su familia.

“Recuerdo que me enojé con todo mundo, me enojé con la vida, me enojé con Dios, porque yo no podía entender que a una persona de 33 años que andaba trabajando, a una persona buena, le podía pasar algo así. Yo me preguntaba qué iba a pasar conmigo ahora, con mi vida, porque siempre había sido deportista y en ese momento incluso me estaba preparando para una competencia de fisicoculturismo”.

Con ayuda de un terapeuta físico, que luego se convirtió en un gran amigo, Granados empezó a ver la luz y además conoció sobre el deporte paralímpico, por lo que se entusiasmo por formar parte de este, pues aseguraba que con una pierna se la iba a poder jugar; sin embargo, lo más duro estaba por venir.

Randy Granados, fisiculturista que perdió las piernas en accidente de tránsito en el 2014. Foto cortesía Randy Granados.
Granados se convirtió en el primer fisicoculturista en silla de ruedas del país. Foto cortesía Randy Granados.

Los 9 meses en el hospital se hicieron eternos para Randy, sobre todo por el anhelo que tenía de regresar a casa con sus tres hijas, quienes siempre fueron un soporte para él en esa difícil prueba.

“En una de esas noches de dolor en las que pasaba sin dormir, yo le decía a Dios: ‘Ayúdame a salir de aquí, no entiendo qué va a pasar con mi vida, pero quítame este dolor y yo le prometo que voy a esforzarme y a ponerle en esta vida’”.

Una mañana, un médico se acercó a Randy y le comentó que le iban a hacer unos estudios para ver el estado de su pierna derecha y que en poco tiempo le iban a dar una respuesta.

“Finalmente llegó ese día y el doctor me dijo que me tenía un 80/20 de posibilidades (de salvarle la pierna derecha) y yo me alegré, porque pensé que era 80% de que funcionara y 20% de que no, pero el médico me dijo que era al revés, y que si había éxito yo podía quedar cojeando o con una vida sedentaria porque iba a tener que arrastrar esa pierna. Fue un balde de agua fría, me vine al suelo nuevamente, porque pensaba que con una pierna me la jugaba, pero ahora sin las dos qué iba a hacer”.

Después de llorar mucho tras recibir esa noticia, Randy le dijo a Dios que no sabía qué iba a pasar, pero él iba a tomar esa difícil decisión, porque si aún estaba con vida tras lo sucedido era porque Dios tenía un plan para él.

“Yo le dije al doctor que me amputara la pierna derecha y fue una de las decisiones más duras que he tomado en mi vida y creo que ninguna se va a asemejar a esa, pero yo necesitaba salir de ese hospital y continuar con mi vida”.

Randy Granados, fisiculturista que perdió las piernas en accidente de tránsito en el 2014. Foto cortesía Randy Granados.
Randy Granados participa en diversas competencias de ese deporte. Foto cortesía Randy Granados.

Al salir del hospital Randy se topó con un mundo muy distinto al que había dejado, donde muchas personas se le quedaban viendo y le hacían preguntas incómodas sobre lo sucedido, pero él nunca dejó que eso lo afectara, pues tenía muy claro que debía aprovechar esa segunda oportunidad.

“Llegué a mi casa y sentí como una llama dentro de mí, me dije que no iba a permitir que nadie me dijera ‘pobrecito’, porque detesto esa palabra, y no iba a permitir que nadie me viera con ojos de lástima, volví a entrenar poco a poco, fui ganando peso, empecé a investigar sobre el deporte paralímpico y descubrí que habían muchas posibilidades y oportunidades”.

Me caí un millón de veces aprendiendo a caminar de nuevo, tal vez no camino como una persona normal, pero puedo hacer absolutamente todo, subir, bajar, hasta manejar mi carro”.

—  Randy Granados, fisiculturista en silla de ruedas.

Granados empezó a empaparse cada vez más sobre el deporte paralímpico, y así retomó su sueño y volvió con más ganas al gimnasio, para empezar a competir en levantamiento de potencia, mejor conocido como ‘powerlifting’.

“Fui medallista de plata en unos Panamericanos en Nicaragua, he ido a mundiales en México, y al día de hoy me dedico a los que son deportes de fuerza, práctico levantamiento de potencia, pulsos y mi deporte madre, que es lo que más amo, es el fisicoculturismo en silla de ruedas, que se llama ‘wheelchair bodybuilding’”, contó.

Ese ferviente deseo por mantenerse activo en el mundo de las pesas llevó a Granados a convertirse en el primer fisicoculturista en silla de ruedas del país, él aseguró que este deporte es muy famoso fuera de Costa Rica, pues en Estados Unidos y Europa llama mucho la atención como personas en una silla de ruedas pueden hacer lo mismo que cualquier atleta convencional

Randy Granados, fisiculturista que perdió las piernas en accidente de tránsito en el 2014. Foto cortesía Randy Granados.
Randy también se ha dedicado a compartir su testimonio de vida en iglesias, universidades y empresas. Foto cortesía Randy Granados.

“Al día de hoy me preparo para lo que es mi debut en una competencia internacional, en un evento de los más top que se llama el Arnold Sports Festival (promovido por Arnold Schwarzenegger), que va a ser en Brasil en cuatro meses”, destacó.

Granados dijo que está seguro de que Dios no solo le dio una segunda oportunidad para seguir haciendo lo que tanto lo apasiona, sino también para compartir su testimonio con otras personas que puedan estar atravesando alguna dificultad en su vida.

“Por eso empecé a compartir mi testimonio por todos lados, he ido a iglesias, universidades, empresas, y ya hoy en día lo hago de una forma más profesional, también trabajo con el INS en campañas de prevención de accidentes.

Otro de los proyectos de Randy es terminar su libro titulado: ‘Mi segunda oportunidad, más allá de los límites’, el cual sería publicado este 2025 para que sea de ayuda para otras personas.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.