Para este viernes estaba programado el juicio por el fatal atropello que acabó con la vida de la universitaria, Saray Ríos Ortega, y el cual también le dejó graves lesiones a su mejor amigo, Arturo Mancia Elizondo.
Una gran cantidad de familiares de los muchachos llegaron al Tribunal de Goicoechea, pero se llevaron la sorpresa de que el debate fue suspendido porque el abogado del imputado se incapacitó.
El acusado es de apellido Cortés y es defendido por el abogado Ronald Powan. El Tribunal recibió la incapacidad a las 9:40 de la noche de este jueves; mientras que el juicio estaba para iniciar a las 8 a.m. del viernes, es decir la presentó unas 11 horas antes del arranque.
Los jueces acomodaron sus agendas con otros debates para que este se lleve a cabo hasta febrero del 2023.
Saray falleció la noche del miércoles 26 de octubre del 2016, frente al edificio de Derecho de la UCR, en San Pedro de Montes de Oca.
Arturo y Saray estaban en la acera esperando que el semáforo se pusiera en rojo para cruzar cuando Cortés, quien viajaba en sentido San Pedro - Guadalupe, aceleró y golpeó otro carro (un Hyundai) el cual atropelló a los muchachos.
“La persona acusada no es la que atropelló a la muchacha, sino más bien el que golpea el vehículo es que el que ocasiona las lesiones”, explicó Alfonso Ruiz, del bufete BRD Abogados, quien es el representante de Arturo y a la familia de Saray.
Los familiares viajaron desde el Caribe hasta San José y regresaron decepcionados al saber que este capítulo aún no lo pueden cerrar, aunque el dolor siempre lo llevan.
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Este juicio estaba para el 2020, pero la pandemia también lo suspendió, entre otra situaciones.
“Una vez más el proceso no logró iniciar; sin embargo, no podría decir jamás que el sistema de justicia le ha fallado a las familias de Arturo y Saray. En realidad las suspensiones que se han dado, unas obedecieron al tema de la pandemia y esta se debió a la incapacidad del abogado del imputado, incapacidad que fue presentada a las 9:40 de la noche en el sistema de gestión en línea, esto escapa al alcance del Tribunal.
“El Tribunal no puede prever que estas situaciones ocurran, no es una circunstancia estrictamente administrativa, al contrario, el Tribunal ha puesto su mayor esfuerzo para que este debate se pueda realizar y de hecho colaboró ante esta nueva suspensión para tratar de hacer un espacio del próximo año y programar el juicio en principio para febrero próximo, fecha en la que esperamos este asunto se pueda conocer y determinar la eventual responsabilidad del imputado”, señaló Ruiz.
Trascendió que pese a la incapacidad del abogado, el acusado sí llegó al Tribunal Penal.
Vive en el corazón
Arturo Mancia Elizondo sobrevivió al fatal accidente, pero una parte de él murió al perder a su mejor amiga, Saray Ríos Ortega.
Él asegura que antes era inevitable sentir el dolor ante la ausencia, pero con el pasar de los años recuerda las enseñanzas y el gran amor que tenía Saray por los demás y eso lo hace sentirse orgulloso de haberla conocido.
Asegura que aunque Saray no está físicamente, en su corazón sigue viva y cada mes de marzo escribe una dedicatoria en sus redes sociales.
“Al principio la recordaba con mucho dolor, la forma en la que ella se fue, ahora la recuerdo con melancolía, siempre está presente en mi corazón y será parte de mi vida.
“En los cumpleaños siempre le hago un posteo con una dedicatoria para ella, su cumpleaños era el 16 de marzo”, expresó el sobreviviente.
El joven asegura que sintió frustración al ver que siguen esperando cerrar este doloroso capítulo de sus vidas con el juicio.
“Sentí un sentimiento de frustración porque uno desea ir cerrando este ciclo, ya son muchos años, esperando ver alguna justicia cumplida por todo lo que pasó, tanto lo que me pasó a mí como a mi amiga Saray y es como una impotencia”, señaló Arturo.
“Al principio fue muy difícil, los primeros años, tanto por la falta de ella (Saray), así como todos los retos que me tuve que poner para lograr volver a una normalidad, recuperarme de las lesiones, tuve dificultad motora (problemas al caminar)”, contó.
Él estudió primero Enfermería y luego comenzó Medicina en la UCR, no obstante el accidente y la pandemia le atrasaron la carrera.
“Siempre trato de sacar todo lo positivo de lo que pasa, el accidente me dio muchas herramientas para lograr entender a las personas hospitalizadas, el accidente fue un aprendizaje para mí como futuro profesional y lograr tener más empatía con los pacientes”, señaló.
El joven espera que en febrero del 2023 no haya otro atraso y tener justicia por Saray.