El abogado Mario Alberto Cerdas Salazar quemó sin éxito el último cartucho que le quedaba para tratar de quitarse de encima una condena de ocho años de cárcel que le metieron por sembrar marihuana en la terraza de su casa, ubicada a 30 metros de los Tribunales de Alajuela.
Así lo dio a conocer el Ministerio Público, al explicar que este martes la Fiscalía Adjunta de Alajuela fue notificada sobre la resolución de la Sala Tercera, la cual declaró inadmisible el recurso de casación interpuesto por la defensa de Cerdas, de 62 años.
“Por esta razón, queda confirmada la sentencia condenatoria de ocho años de prisión en contra del hombre, quien, ante la prueba contundente presentada por esta Fiscalía, fue declarado responsable de cometer el delito de cultivo de drogas, sustancias o productos sin autorización legal”, detalló la Fiscalía.
El recurso de casación era la última carta bajo la manga que le quedaba al abogado y por eso ya no le queda de otra más que cumplir la totalidad de la condena.
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La pulseó
El Tribunal Penal de Alajuela condenó al abogado a ocho años de cárcel el viernes 6 de noviembre del 2020; sin embargo, José Miguel Villalobos Umaña, el defensor de Cerdas, presentó un recurso de apelación asegurando que en el juicio se utilizó prueba ilegal.
Pero el pasado martes 1º de junio, el Tribunal de Apelación de la Sentencia de San Ramón rechazó el recurso de apelación y ratificó la pena. El abogado no se quedó de brazos cruzados y acudió a la Sala Tercera, pero el resultado fue el mismo.
“Ante la resolución de hoy (martes), no es posible presentar otras apelaciones, pues esta (Sala Tercera) es la máxima instancia para impugnar una resolución”, añadió la Fiscalía.
Invernadero con marihuana
Los hechos por los que fue condenado ocurrieron entre el 21 de setiembre del 2018 y el 8 de agosto del 2019, cuando este instaló un invernadero en su casa, el cual era utilizado para el cultivo de marihuana.
“La Fiscalía comprobó que Cerdas almacenaba y procesaba la droga, obteniendo THC, una sustancia activa de la marihuana. Posteriormente, se demostró que el imputado elaboraba aceites, mantequillas y brownies”, detalló el Ministerio Público.
La Fiscalía de Alajuela también comprobó que el abogado suministraba los productos y las plantas a terceras personas, quienes lo contactaban por redes sociales o vía telefónica.