El abogado Fabricio González trató evitar por todos los medios que arrancara el juicio por el doble homicidio de una niña de 10 años y su hermano menor de siete.
Ellos perdieron la vida el 26 de abril del 2018 en un incendio que habría sido causado de forma intencional por la mamá, de apellido Batista.
El inicio del debate estaba pactado para este lunes a las 8 a. m., en la sala 12 de los Tribunales de San José; sin embargo, inició tres horas después debido a todas las trabas que puso el abogado de la acusada, quien asegura que ella no está en condiciones optimas para enfrentar el juicio.
Una vez que estaban en la sala todas las partes, el Tribunal le preguntó al defensor si él ya había podido conversar con su representada sobre el debate y él respondió que no, por lo que los jueces le dijeron que se tomara un momento para hacerlo.
LEA MÁS: Arranca juicio contra mamá acusada de matar a sus dos hijos en incendio
Un minuto después él indicó al Tribunal, compuesto por Freddy Arias Robles, Aisen Herrera López y William Serrano Baby, que no había podido hablar de forma adecuada con la mujer, ya que ella decía que no sabía por qué estaba en la sala de juicio.
En ese momento, González pidió a los jueces que se tomara en cuenta un documento que él presentó el viernes 27 de setiembre, en el que pidió que se excluyera del expediente un informe sicológico hecho por Medicatura Forense, en el que se ratificaba que la imputada estaba en condiciones para hacer frente al proceso judicial.
También pidió que se tomara en cuenta una apelación que presentó, también el viernes, sobre ese mismo informe, ya que él piensa que Batista no debe ser juzgada ahorita.
El Tribunal detalló que primero darían inicio al juicio con la lectura de la acusación y ya luego el podría exponer esos argumentos, ya que ese era el orden adecuado, pero cuando la fiscala Alejandra Arce iba a empezar, González levantó la mano de forma enérgica para oponerse.
El defensor dijo, de nuevo, que él no creía que fuera conveniente que empezara el juicio y que le parecía que la posición de los jueces estaba parcializada, por lo que pidió que se hiciera un cambio de Tribunal.
Los jueces no tuvieron más opción que llamar a otros tres compañeros para que analizaran la petición del abogado.
El abogado volvió a insistir en que quería que se suspendiera el debate, pero luego la representante del Ministerio Público dijo que creía que era innecesario el cambio de jueces porque ellos lo único que dijeron fue que debía respetarse el orden estipulado en los juicios para no alargar más la apertura.
Luego de unos minutos de deliberación, el Tribunal que llamaron para que apagara el incendio le dijo al abogado no aceptaban la petición de cambio de jueces, ya que estaba correcto el razonamiento que ellos habían planteado.
La siguió pulseando
A las 10:30 de la mañana volvieron a entrar Arias, Herrera y Serrano y cuando le dieron de nuevo el pase a la fiscal para que leyera la acusación, González volvió a levantar la mano y pidió que le permitieran llevar a la imputada a las celdas para tratar de hablar, de nuevo, con ella en un lugar más calmado y también mencionó la idea de que en lugar de un juicio se llevara a cabo un proceso abreviado.
El juez presidente, Aisen Herrera, le dijo al defensor que debido al tipo de delitos que le achacaban a la imputada era imposible una conciliación, pero sí le permitieron ir a conversar con su representada, por lo que suspendieron hasta las 11 de la mañana.
Al retomar la audiencia, González hizo un último intento desesperado por evitar que se empezara el debate y el mismo dijo que se la acababa de ocurrir una idea “descabellada” pero que aún así se la iba a proponer al Tribunal.
Él explicó que de nuevo le fue imposible conversar con la acusada y que necesitaba conversar con ella en presencia de una sicóloga, por lo que pedía que se suspendiera la audiencia, pero los jueces le negaron la petición y le dieron la palabra a la fiscala para que de una vez por todas leyera la acusación.
¿De qué se le acusa?
Aparentemente, la noche del incendio Batista entró al cuarto donde los niños estaban durmiendo y roció gasolina en varias partes de la habitación y luego inició un incendio.
Después habría cerrado con llave la puerta de la habitación y se fue para una parte segura de la casa e ignoró los llamados de auxilio de los angelitos y de los vecinos que llegaron a tratar de ayudar a la familia.
La mujer habría esperado cinco minutos dentro de la vivienda con el fin de asegurarse de que la habitación donde estaban sus hijos fuera consumida por el fuego, luego de eso salió de la casa en llamas en busca de su propia seguridad.
Mientras se leía la acusación Batista empezó a llorar y a preguntarle a su abogado por qué la fiscal hablaba de sus hijos muertos, si a ella le habían dicho que andaba paseando.
Al darle nuevamente la palabra al defensor él argumentó, otra vez, que quería que se sacara del expediente la prueba que acreditaba a Batista como capaz de estar en el debate y también quería apelarla, los jueces accedieron a la apelación, pero le dijeron que el juicio no se iba a detener.