Sucesos

Abogado de finquero asesinado: “Sentía que lo iban a matar y no quería morirme a la par de él”

Jorge Jiménez Berrocal, conocido como Macho fue asesinado por unos sicarios profesionales

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El abogado Enrique Ramírez Acuña presintió que su amigo y cliente Jorge Jiménez Berrocal, conocido como Macho, sería asesinado; durante frecuentes ocasiones se lo advirtió, incluso minutos antes de que el mortal ataque ocurriera.

Justamente este presentimiento fue lo que provocó que Ramírez se alejara como abogado de Macho por temor de estar cerca y resultar herido en alguna agresión.

Ramírez es otro de los testigos del debate por este homicidio que se desarrolla en el Tribunal Penal de Goicoechea, él aseguró que es sancarleño y desde pequeño conoció a la familia Jiménez Berrocal por los negocios de madera que tenían en la zona norte del país, incluso en Nicaragua.

Recordó que en el 2001 Macho lo buscó con el fin de que lo asesorara como abogado en su empresa, ya que tenía un serio problema con uno de sus hermanos, conocido como Calica y quien era socio su socio.

“Empecé a trabajar como de junio del 2001 hasta el 2013″, expresó Ramírez durante su testimonio.

Durante 12 años le brindó asesorías a Macho y durante ese tiempo fue testigo de los graves problemas que había dentro de la familia.

“Yo le dejé todo (se refiere a no trabajarle más), porque sentía que lo iban a matar y no quería morirme a la par de él”, manifestó frente al Tribunal Penal.

Ramírez conoció que Macho y Calica eran socios de la empresa Inversiones JJ; sin embargo, los problemas los llevaron a dividirse los bienes, todo parecía bien hasta que habrían detectado que, en apariencia, Calica usaba testaferros (personas que prestan su identidad para un negocio que pertenece a otra persona) de esta manera afectaba a Inversiones JJ y en apariencia se beneficiaba económicamente.

“Desde el principio traté de hablar con (Calica) para llegar a una conciliación entre ellos, era muy sencillo, pero (Calica) siempre pensó que podía autorobarse los bienes que eran de él mismo, era una locura lo que él que trataba de hacer, quitarle a la empresa donde él era dueño de un 50% activos para él solo”. manifestó el abogado Ramírez.

Pese a esta insistencia no hubo solución de arreglar el problema.

Jorge Jiménez Berrocal, conocido como Macho Jiménez, fue asesinado el 30 de enero del 2015 en Tibás. Foto: Cortesía de la familia Jiménez para La Teja

En el 2006 el abogado Ramírez vio que los problemas ya no eran solo con Calica, sino con otro de los hermanos de Macho, conocido como Luigi.

“Hubo dos (fincas) que generaron conflictos serios, una de estas Tiricias, que está a la orilla del río San Juan (frontera con Nicaragua), que es la que causa para mí la muerte de don Jorge y otra propiedad...es ahí donde empiezan los problemas entre Jorge y Luigi por los negocios que habían realizado”.

A parte de eso, Ramírez llegó a conocer comentarios espantosos que además decía el papá de los tres hermanos como parte de los problemas familiares por la disputa de las fincas.

“En alguno de los juicios oía al papá hablando de que él tenía la potestad para ordenar la muerte de un hijo, en ese caso de Jorge, porque él los había hecho y los podía eliminar también, ya se daba ese tipo de comentarios, espeluznante oírlo de un papá”, expresó Ramírez.

Asegura que desde ese momento le dijo a Macho que tenían que tener un anillo de seguridad.

Un año después, en el 2007, se percató de la presencia de dos hombres que, al parecer, los habían contratado para matar a Macho en las cercanías de la oficina de él en Escazú, esa ocasión no pasó a más porque Ramírez los enfrentó y uno de ellos le aceptó que lo habían contratado para matar a Macho.

Los problemas siguieron y en el 2009 Macho se fue del país por seguridad. Un año después regresa, pero en el 2011 hubo un atentado contra la casa de él en Florencia de San Carlos.

En el 2013 el abogado decide renunciar por estos temores.

Aunque ya no trabajaba con él, sí mantenían algunas conversaciones e incluso horas antes de ser asesinado Ramírez le advirtió a Macho que se cuidara, luego de que este le comentara que lo habían citado para venderle un carro en ¢6 millones, cuando en ese momento estaba valorado en ¢10 millones, le insistió para que dejara todo botado y no fuera, pero Macho siempre fue a Tibás donde supuestamente le llevarían el carro.

El abogado Enrique Ramírez Acuña presintió que su amigo y cliente Jorge Jiménez Berrocal, conocido como Macho sería asesinado. Foto: Alejandra Portuguez

Sicarios profesionales

Macho fue asesinado pasadas las 2 p.m. el 30 de enero del 2015 en un parqueo frente a la clínica Clorito Picado, en Cinco Esquinas de Tibás.

Fabián Alejandro Jiménez, exagente de Homicidios del OIJ, participó durante las primeras investigaciones por la muerte de Macho y considera que los sicarios eran profesionales y habrían recibido una millonada.

Manifiesta que concluye esto porque el ataque ocurrió durante una tarde, en una calle concurrida, además que hubo vigilancia previa y el sicario anduvo sin miedo al momento de disparar.

“El arma se le encasquilla y volvió a cargar el arma”, manifestó el exinvestigador.

Señaló que otros pistoleros se asustan ante algo así y salen corriendo, pero estas personas no.

Estos pistoleros se salieron con la suya porque nunca fueron detenidos.

Los agentes señalaron que los sospechosos de ordenar matar a Macho Jiménez son sus hermanos, conocidos como Luigi y Calica, ambos de apellidos Jiménez Berrocal, Luigi es el acusado en este juicio.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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