A Yendry Castro García, la mamá de Matheo, el niño que sobrevivió 15 horas en la montaña, le quedaron pendientes tres grandes momentos, que los iba a vivir en los próximos cuatro meses.
Dos de estos se trataban de las graduaciones académicas de sus hijos, ambas en Pérez Zeledón.
En diciembre, su hijo mayor recibirá el título de secundaria y su pequeño Matheo se graduaría de kínder, ella se encargaría de darle el cartoncito a su hijo menor porque, además de mamá, era su maestra.
También, en enero, planeaba realizar su primer paseo fuera del país, junto su única hermana, Fernanda Castro, y su mamá, María Edith García. Estaban ilusionadas porque irían a conocer Cartagena, en Colombia.
Incluso, la última conversación que las hermanas tuvieron fue como parte de los preparativos para este viaje.
“Teníamos planeado un viaje en enero, entonces estábamos viendo lo del hospedaje y eso fue lo último que hablamos, de hecho, revisé el chat y eso lo conversamos la mañana del jueves (12 de setiembre), día en el que Yendry falleció.
“El último día que la vimos fue el domingo (8 de setiembre), ese fin de semana vino a Puntarenas y estuvimos juntos, pasamos toda la tarde del sábado juntos y el domingo se fue pasado el mediodía. Ella siempre nos llamaba, le hacía videollamadas a mi mamá, siempre estábamos en contacto”, recordó la hermana.
A Yendry también la ilusionaba ver a sus hijos cumplir sueños.
“Los dos se gradúan este año, hace unos días estábamos planeando todo como el maquillaje y el peinado para la cena de graduación de mi sobrino mayor, nosotros planeábamos ir a Pérez Zeledón”, manifestó Fernanda.
Como el adolescente aún no ha terminado el colegio, la familia también piensa si alguno de ellos se va a vivir con el joven a Pérez Zeledón mientras concluye los estudios, no obstante, es parte de las decisiones que tienen en proceso en este hogar.
Yendry Castro fue despedida entre mucho amor
Muchos allegados de Castro la llegaron a despedir este martes a las 10 a.m., en la parroquia Inmaculado Corazón de María, en El Roble de Puntarenas.
Todos llegaron con camisetas blancas, llevaban globos del mismo color y también rosados, el favorito de ella.
“Sentimos el cariño de muchas personas, vecinos, amigas de ella del colegio, de su vida y compañeros de trabajo, vinieron personas de Pérez Zeledón también, en realidad fue una despedida bastante bonita, creo que era lo mínimo que ella se merecía, definitivamente”, expresó Fernanda.
Yendry fue incinerada y su familia de momento conservará las cenizas. Los globos llevaban mensajes y estos fueron lanzados al aire.
“Me di cuenta que ella recibía demasiado amor de todas las personas que la rodeaban y eso fue un acto en honor a ella”, agregó.
El hijo mayor de Yendry cargó en la mayoría del tiempo la foto de su mamá y expresó todo el cariño y los valores que ella le dejó. Las amigas de la docente también manifestaron el amor que conocieron a través de su amistad.
El pequeño Matheo no estuvo durante el funeral debido a que su familia lo quieren proteger, él permanece junto a su papá.
“Él no ha pasado momentos fáciles, preferimos no exponerlo, él está consciente de la muerte de mi hermana, nos hemos ido por la línea de que mamá es un ángel”, manifestó la hermana.
La familia afirma que Dios los ha llenado de fortaleza para seguir adelante y haber podido preparar el funeral, ellos conservan muchos recuerdos de Yendry y justamente son los que les dan fuerza para continuar.
“Tengo tantos recuerdos de ella y es lo que siempre van a estar conmigo, eso es lo que más vamos a conservar”, expresó la hermana.
El fatal accidente que cobró la vida de esta querida madre ocurrió la tarde del jueves 12 de setiembre, cuando ella manejaba un carro y la acompañaba su hijo Matheo. La educadora regresaba de dar clases en las escuelas de Santa Eduviges y Santa Lucía de Pérez Zeledón, pero los caminos para llegar a estos centros educativos son empinados y con guindos a los lados, ellos cayeron en uno de estos, donde murió la mamá y su hijo sobrevivió.