Una mujer fue detenida y otras dos personas son buscadas por las autoridades como sospechosas del delito de trata de personas con fines de explotación sexual contra una joven.
La detención de la sospechosa de apellidos Castro Rayo, nicaragüense, la hizo este jueves 1° de junio la Policía Profesional de Migración.
Las autoridades recibieron una denuncia en mayo de este año.
“Se da a raíz de una investigación por una denuncia de una adolescente que había sido captada en su lugar de trabajo en Boca Arenal, quien fue trasladada, ofreciéndole un trabajo en labores domésticas, a un establecimiento comercial Bar El Palenque, ubicado en Los Chiles, cerca de la línea fronteriza. Sin embargo, la finalidad de su traslado era someterla a explotación sexual”, detalló Migración.
La muchacha fue rescatada por la policía.
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Migración informó que otros dos miembros de la organización criminal, quienes se encargaron de la captación, el traslado y el sometimiento de la persona adolescente son buscados.
Se trata de una mujer nicaragüense de apellidos Chavarría Sevilla y un hombre panameño, Santamaría Caballero, quienes además, en la actualidad se encuentran enfrentando un proceso penal ante el Tribunal de Juicio de Ciudad Quesada por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual, y requieren ser localizados para fines policiales.
Si usted sabe algo de Chavarría o Santamaría llame de inmediato a los teléfonos 2106-4001, 6389-2777 y 6163-2096 de la Policía Profesional de Migración.
Castro Rayo fue presentada ante los Tribunales de Justicia de Ciudad Quesada.
Migración aseguró que el 12 de noviembre del 2020 desarticuló una estructura criminal de trata de personas conformada por once miembros de diferentes nacionalidades, liderada por Chavarría Sevilla, junto con otros colaboradores, incluido Santamaría Caballero, ambos en fuga.
Ellos, aparentemente, trasladaban a las víctimas entre nueve establecimientos que mantenían en todo el país para que brindaran servicio sexual, cobrando desde 16 mil hasta 500 mil colones, de acuerdo al perfil y solicitud del cliente.
“Asimismo, la organización sometía a las víctimas a permanecer en los establecimientos bajo coacción y amenaza, se les impedía salir de los lugares sin previa autorización y en ocasiones eran obligadas a consumir drogas”, detallaron.