Un costarricense de apellidos Castro Granados, quien fue guarda del hotel La Mansión Inn, ha sido señalado constantemente como un testigo ausente en el juicio por la muerte de la doctora María Luisa Cedeño Quesada.
Sin embargo, este martes, el fiscal Edgar Ramírez confirmó que Castro ni siquiera fue notificado formalmente para que diera su versión de sus hechos frente a los jueces del Tribunal Penal de Puntarenas, quienes llevan este caso.
Castro se fue de Costa Rica el viernes 9 de setiembre del 2022 y el juicio por el asesinato de María Luisa comenzó el martes 13 de setiembre de ese año.
“Para este juicio, como es muy largo, el Tribunal Penal fue citando a cada uno de los testigos. Iniciado el juicio, se tuvo cuenta que Castro Granados no aparecía, entonces el Tribunal nunca lo ha citado a él formalmente, eso significa que si él aparece o se presentara, el Tribunal en principio no podría señalarle que no se presentó porque formalmente no existe ninguna cita en el expediente”, manifestó Ramírez.
El fiscal sostuvo que tampoco es culpa del Tribunal de juicio, porque iban citando conforme quedaban los espacios en la agenda, es decir, conforme iba terminando un testigo coordinaban para que llegara otro.
Aseguró que la única persona que tuvo comunicación directa con Granados Castro fue la investigadora de este caso, Raquel Salazar, quien, según dice, tampoco tiene responsabilidad de que Castro Granados no apareciera.
Ramírez reiteró que el guarda del hotel siempre cooperó con la investigación y nunca lo tuvieron como sospechoso.
“Él siempre cooperó con la investigación desde el inicio, él aportó sus versiones, su teléfono, con él se hicieron pruebas de exclusión como de sangre. En el caso de los dictámenes odontológicos forenses a él lo excluyen como mordedor”, señaló.
Alfonso Ruiz, abogado de la familia Cedeño, también señaló que aunque Castro Granados estuvo en el hotel la noche y madrugada que murió María Luisa, no lo vincularon con ninguna de las evidencias encontradas.
“De Castro Granados nunca hubo una circunstancia probatoria ni indiciaria que lo viniera a ligar con la comisión de los hechos”.
“También hay un tema particular, Castro Granados no tenía impedimento de salida del territorio nacional, ni podía tenerlo en su condición de testigo”, manifestó Ruiz.
Sostuvo que el joven de 30 años comparte una vida normal y que hace publicaciones en Facebook, es decir no es que se anda escondiendo o que esté en fuga ante el llamado judicial.
Erick Gatgens, defensor de uno de los imputados de apellidos Miranda Izquierdo, afirma que Castro era un testigo clave en este proceso.
“Me parece que era un testigo clave del Ministerio Público, he venido sosteniendo de que ellos no tenían el interés que esta persona viniera a declarar. Desde que el Ministerio Público inicia las gestiones no eran contundentes ni decisivas para localizarlo y es realmente muy lamentable que no esté en este proceso y que haya salido casi que en fuga cuatro días antes de que el juicio empezara, una actitud más que sospechosa que viene confirmar una serie de actuaciones de él que vienen a generar mucha duda”, manifestó Gatgens.
Mauricio Brenes, representante civil del hotel, intentó este lunes dar con Castro Granados y además ha tratado de contactar al cónsul en Minnesota, pero no obtuvo respuesta positiva, este miércoles aún tiene tiempo de señalar si logró contactar a este testigo y que declare de manera personal o por videoconferencia desde Estados Unidos.
Él se casó con una norteamericana el 15 de enero del 2021 en Pérez Zeledón.