Una banda de asaltantes de Pococí, integrada por seis hombres, pasará 330 años detrás de las rejas por el asesinato de dos personas durante el intento de asalto a un camión remesero en Cariari.
Los jueces del Tribunal Penal de Pococí les impusieron 55 años de prisión a cada uno de los miembros del grupo por asesinar, el 15 de mayo del 2021, al custodio Hernaldo Gutiérrez Arburola, de 32 años, y a la joven mamá Sharon Hernández Alpízar, de 19 años, quien estudiaba para ser asistente de educación preescolar.
Según el Tribunal, los videos de seguridad fueron determinantes para aclarar lo ocurrido y declarar como responsables de los hechos a los tipos de apellidos: González Gómez, Pérez Carranza, Bustos Chavarría, Salas Herrera, Madrigal Víquez y Cordero Díaz. Además de los homicidios, se les condenó por tentativas de homicidio y robo agravado.
Los seis sujetos fueron detenidos por la Fuerza Pública horas después del asalto. Dentro de la buseta en que los delincuentes llegaron a la escena del crimen, las autoridades encontraron pasamontañas y casquillos de fusil AK-47.
La sentencia se leyó en medio de fuertes medidas de seguridad y solo hubo un ligero retraso porque uno de los sujetos no pudo estar presencialmente ya que tiene covid-19, de modo que se tuvo que hacer un enlace por videoconferencia al centro penal donde está recluido.
El 4 de marzo, la Fiscalía Adjunta de Pococí pidió 100 años de prisión por las cinco tentativas de homicidio, 70 años por los asesinatos y 10 años por el robo agravado, para un total de 180 años de cárcel para cada uno; sin embargo, el Tribunal les impuso solamente 55 años, de los que solo descontarán 50 cada uno, ya que es el tope máximo que contempla nuestra legislación.
Fatal ataque
El día de los hechos, cinco de los implicados se bajaron de una buseta para robarse una tula con dinero que unos custodios llevaban al Banco Nacional de Cariari, mientras que otro los esperaba en el vehículo estacionado muy cerca de la sucursal bancaria.
Los delincuentes empezaron a disparar al camión remesero para poder llevarse el dinero. Usaron un fusil de asalto AK-47, dos pistolas nueve milímetros y un revólver.
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Al observar que no lograron su cometido, se montaron en la buseta y huyeron, pero a kilómetro y medio el vehículo tuvo un desperfecto mecánico, por eso lo dejaron abandonado y se adentraron a pie en una finca, en la cual un carro estaba esperándolos para completar la huída.
No obstante, los vecinos de esa finca observaron movimientos extraños, por lo que alertaron a la Policía y esa presencia frustró los planes de los ladrones.
Ellos intentaron burlar a las autoridades al cubrirse con maleza, pero fueron descubiertos y detenidos cuatro horas después del mortal intento de asalto.