Treinta y dos personas que están en la cárcel y buscan un proceso de inserción recibieron un curso de negocios y podrán convertirse en emprendedores, así como registrar sus marcas.
Los privados de libertad forman parte de la Unidad de Atención Integral, Reynaldo Villalobos en Alajuela.
Entre sus emprendimientos tienen artesanías, servicios relacionados con eventos especiales, salones de belleza, restaurantes, acondicionamiento físico, juguetería infantil, productos textiles, entre otros, informaron en el Ministerio de Justicia.
La capacitación fue brindada por el Programa de Instituciones de formación de la Academia de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual en cooperación con la división de América Latina y el Caribe (OMPI).
La subdirectora de Registro Nacional, Karla Montero, destacó la importancia de que las instituciones hagan alianzas para concretar proyectos que beneficien a Costa Rica.
“Esto tiene una consecuencia muy positiva para el país. Son personas con ideas que quieren convertirlas en creaciones, comercializarlas, generar empleo. Esto es lo que significa la propiedad intelectual: proteger sus creaciones e iniciativas para consolidar sus sueños”, explicó la funcionaria del Registro Nacional.
Esta es la primera vez que se da un curso para emprendedores en una cárcel de Costa Rica.