Cuando las evidencias de un delito quedan bajo el agua, entran a escena los 12 hombres y las dos mujeres que conforman la Unidad de Buceo Criminalístico del OIJ.
Esta es la unidad más nueva del Organismo de Investigación Judicial y es conformada por agentes de diferentes partes del país.
Pueden hacer inspecciones en el mar, en piscinas, en lagunas que estén 300 metros sobre el nivel del mar, ríos y hasta en tanques.
Así lo explicó José Eduardo Flores García, coordinador de esta unidad, en el programa radial del Ministerio Público. A él lo acompañó Luis Diego Hernández Araya, fiscal coordinador de la Fiscalía Agrario Ambiental, ambos señalaron la importancia de contar con esta herramienta en las investigaciones.
Costa Rica es el primer país en Centroamérica y el segundo en Latinoamérica en contar con buceo criminalístico, la idea nació en el 2016.
“Era notorio que cuando se obtenía un indicio debajo del agua no se seguía un protocolo ni los procedimientos que dicta la criminalística, entonces no había un registro donde se documentara. Esto generó la duda y la iniciativa, poco a poco empezamos a plantearla”, explicó Flores.
Los investigadores han recibido algunas capacitaciones virtuales de la Policía de Investigaciones de Chile, ya que en ese país tienen muchos años de contar con una unidad similar.
Beneficios
Este tipo de investigaciones les va a permitir a los defensores, fiscales y a los jueces contar con documentos y fotografías de investigaciones hechas bajo el agua, por ejemplo, de cuando alguien quiere deshacerse de un arma de fuego tirándola en una laguna o bien un homicidio en una piscina.
Además, los agentes dan apoyo a nivel ambiental y buscan combatir el narcotráfico marítimo.
“Costa Rica es un país que su principal ingreso es el turismo, esta unidad va investigar todos los daños que le puedan provocar al mar, como desechos que tiren, hacer un muestreo del fondo marino, colección de especies marinas”, agregó el líder de la unidad.
De momento no pueden trabajar en aguas que estén muy contaminadas, ya que falta dotarlos de equipo y entrenamiento para no exponer al personal con alguna enfermedad.
Por su parte, el fiscal Luis Diego Hernández resaltó que con la creación de la unidad incrementan la protección de los ecosistemas marinos.
“Es una herramienta para la persecución de delitos de pesca sin licencia. Por ejemplo, para demostrar el medio por el cual se está pescando ilícitamente, también hay prácticas de pesca que dañan los sistemas coralinos, arrecifes, los bancos de pasto, los cuales son importantes en la cadena alimenticia, por lo tanto la unidad permite accesar, a través de una inspección, para acreditar el daño”, explicó.
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Mencionó que también existe el daño cuando utilizan sustancias tóxicas o explosivos para pescar, estas sustancias también pueden ser recogidas como evidencia. La contaminación en los mares es un delito y el castigo va de dos a 15 años de prisión.
Todas las muestras son analizadas en los laboratorios de ciencias forenses, antes solo se trabajaba con drones para las indagaciones.