Mi reloj casi marcaba las dos. Era una tarde veraniega de un viernes de abril en plena capital; día de pago, el movimiento de la gente, el grito de los vendedores ambulantes, el bullicio, el humo y las pitoretas de los autos, hacían mi recorrido un tanto sofocante.
Apuré el paso para dirigirme hasta la avenida central, doblé por calle 7 y a media cuadra observé, sobre un fondo verde, el rótulo del Hotel Presidente - Azotea Calle 7. Seguí hacia adentro, en medio de muy cuidadas y verdes plantas ornamentales en las paredes, pasillos e incluso, hermosos helechos colgados desde el techo.
El panorama cambió de repente, el bullicio capitalino quedó a solo unos pocos pasos atrás… Un oficial de seguridad me dio la bienvenida, me presenté y le expliqué que tenía una cita con Monika Beutel, de Mercadeo y Comunicación del Hotel Presidente-Azotea Calle 7.
“Suba esta escalera, luego en el segundo nivel encontrará otra de tipo caracol que lo llevará hasta la Azotea”. Seguí sus indicaciones y mientras ascendía admiraba la vegetación, hermosas bouganvilias bien floreadas de varios colores (veraneras), las cuales caían desde el techo.
“Uyyy, qué maravilla”… Esta fue mi reacción al llegar al cuarto piso, donde se ubica majestuosamente Azotea Calle 7, que simula, por su decoración y sobre todo por su mobiliario y su piso de ladrillos, los atractivos cafés de Toscana, en Italia o algunos de Grecia.
Tras hacer un recorrido visual por el este, el sur y el oeste capitalino me recibió doña Monika Beutel, quien estaba junto con Rodrigo García Pérez, gerente de Alimentos y Bebidas. Por un buen rato platicamos sobre el origen del hotel, la apertura de Azotea Calle 7, en el 2015 y sobre las experiencias que pueden vivir los clientes en este esplendoroso oasis capitalino.
Por estar aún cerrado al público, no había movimiento alguno, pero antes de las 3 de la tarde empezaron a llegar los clientes; a los pocos minutos casi no había lugar disponible en la parte exterior de la Azotea.
Aparte de esta área, Azotea cuenta con dos salones en la parte interior donde se ubica la barra para preparar los cocteles, así como algunas mesas. Al fondo, un pequeño salón privado para eventos pequeños. Sin embargo, la atracción máxima para los clientes es la parte exterior, ya que desde aquí se disfruta una excelente vista: Al sur, muy allá, se divisan las verdes montañas donde está Jericó de Desamparados y un poco al oeste, una colita de los cerros de Escazú.
Llama la atención como encima de las bouganvilias que rodean las jardineras sobresalen mágicamente las dos torres frontales blancas de la iglesia de La Soledad.
Viera que bonito cuando hay misa y tocan las campanas, es maravilloso, uno en San José no le pone atención a esto y desde este lugar el sonido es maravilloso, es un regalo para los oídos
— comenta doña Monika
Y hablando de regalo sonoro, por primera vez en pleno San José, tuve el privilegio ese día de escuchar el trinar de varias aves que llegaron a las palmeras y otros árboles de este sereno balcón. “Son muchas clases de aves, como el pecho amarillo, el yigüirro (símbolo nacional), colibríes y a veces, pericos, que siempre se posan en este lugar” nos dice Rodrigo García.
Como muestra de lo anterior, de pronto una turista extranjera, que disfrutaba un coctel, se puso de pie y empezó a fotografiar algunas aves que estaban sobre una palmera. Para ella esto fue algo sorprendente.
Se puede decir que Azotea Calle 7 representa un pedacito de lo que es Costa Rica en flora y fauna. Aquí también encontramos varios árboles y me llamó la atención el de jícara, pues estos solo crecen en zonas cálidas; en Guanacaste, por ejemplo, son parte de su paisaje.
También hay varios arbustos de calliandras o pompón, nativos de las tierras bolivianas y cuyas flores rosadas se abren a la puesta del sol.
Por otro lado se observan varias orquídeas, que florecen en marzo, así como lantanas, que son plantas de flores de muchos colores cultivadas para atraer mariposas… Más allá, mi vista se detuvo para observar algunas plantas aromáticas como la albahaca y el romero.
Azotea con buen sabor
A nivel gastronómico, también Azotea nos presenta un menú con sabores e ingredientes muy ticos, pero con notas de cocinas como la asiática, la peruana, la francesa y la mexicana, lo cual le aporta un toque de mucha distinción a todos sus platillos. Sus sabores y presentaciones juegan con nuestros cinco sentidos.
Su propuesta consiste en bocas, platos fuertes, postres, digestivos y una excelente carta de cocteles afrutados, decadentes, cítricos, secos picantes e infusiones como el Cacique con limón y naranja o el sugestivo Cacique con tomate seco y chile panameño.
Tanto Monika como Rodrigo hacen énfasis en los cocteles, pues muchos clientes llegan especialmente al lugar por la fama que estos tienen.
Puedo decir que el mejor Aperol Spritz que me he tomado en Costa Rica y en otros países es el de Azotea, es totalmente distinto, se lo puedo asegurar y así lo dicen también los clientes que lo piden mucho
— expresa doña Monika.
Con estas pinceladas de Azotea Calle 7, estoy seguro que pronto usted será otro de los clientes que disfrutará de un lugar hipnotizador, lleno de ricos sabores y de un servicio muy personalizado, tal como lo pude experimentar en carne propia.
Eso sí, para asegurarse un espacio, le más recomiendo reservar con anticipación, pues casi siempre está con la ocupación al tope. Si así lo hace, irá a la segura.
Una cocina de altura
En el piso cuatro, donde se ubica Azotea Calle 7, está la cocina del Hotel Presidente y de Azotea Calle 7. Es en este lugar donde la chef Yendri Soto Esquivel se encarga de crear y recrear los diferentes platillos que aquí se ofrecen.
Al consultarle sobre cómo define la propuesta gastronómica, esta sancarleña explica que se trata de crear platillos emblemáticos de la gastronomía internacional, pero donde varios ingredientes de la cocina tica toman gran relevancia, son los grandes protagonistas.
Para ejemplificar Yendri nos explicó el atún sellado y mango de nuestro trópico, servido sobre patacones crujientes, más un aderezo con tajín, salsa Ponzu, mostaza y sésamo.
Tuve la oportunidad de probarlo y de verdad que su técnica y combinaciones de sabores hacen de este platillo, que se ofrece como boca, algo verdaderamente excepcional y con el toque de nuestro trópico que le aporta la manga.
Lo mismo ocurrió con el ceviche de corvina a la maracuyá y aguacate; además de un risotto con hongos blancos, queso parmesano acompañado con atún aleta amarilla sellado. Por cierto, estas recetas las encontrará en las siguientes páginas.
Para ahondar sobre el concepto de esta cocina, Yendri explicó el porqué los tacos ticos de Azotea son tan gustados. “La carne la preparamos con muy buena sazón, lleva muchas horas de cocción y aparte de la mayonesa, el kétchup y la mostaza, se sirven con una salsa elaborada con tomatillos verdes.
Vale la pena resaltar otros platillos como el curry thai rojo servido con arroz blanco; el lomito encebollado en bocas, acompañado con papas. Resaltan también la cazuela de gorgonzola y mozzarella fundidos con hongos; las croquetas de yuca con mojo y las famosas empanaditas caseras con frijoles, queso Turrialba y picadillo de papa con salsa de tomatillo verde picante.
¡Sin palabras! Esta es apenas una pequeña muestra de la gastronomía de Azotea, que dirige magistralmente Yendri. Ahh, y no se puede dejar de mencionar el postre de pudín de croissants con dulce de leche y leche condensada. Este ya tiene una gran cantidad de clientes que nunca se van sin probarlo