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Todo lo que tiene que saber de los baños con hielo y su impacto en la salud

A pesar de sus ventajas, existen contraindicaciones y cuidados que se deben tomar en cuenta antes de su práctica.

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Se recomienda para las primeras veces que realiza los baños con hielo, realizarlos bajo la supervisión de un profesional capacitado, como un médico o un fisioterapeuta. Esto puede ayudarle a aprender las mejores prácticas y asegurarle de que está realizando la técnica de manera segura y efectiva.
Se recomienda para las primeras veces que realiza los baños con hielo, realizarlos bajo la supervisión de un profesional capacitado, como un médico o un fisioterapeuta. Esto puede ayudarle a aprender las mejores prácticas y asegurarle de que está realizando la técnica de manera segura y efectiva.

Sumergirse en una tina con agua y mucho hielo puede ser inimaginable para muchos, pero para otros es una terapia que realizan con frecuencia, en busca de los múltiples beneficios que produce para la salud.

A pesar de que esta práctica existe desde mucho tiempo atrás, y en distintas culturas alrededor del mundo, recientemente se ha popularizado, sobre todo en el ámbito deportivo.

Para comprender mejor los beneficios de estos famosos baños con hielo, y conocer sus cuidados y contraindicaciones, realizamos este artículo con ayuda de la médico general Cristina Guevara, quien mencionó las siguientes ventajas de esta terapia.

Es posiblemente una de las ventajas más conocidas. La exposición al frío ayuda a contraer los vasos sanguíneos, lo que disminuye el flujo de sangre hacia áreas inflamadas, produciendo la desinflamación inmediata. Esto puede resultar especialmente beneficioso para los atletas que experimentan dolor muscular o rigidez después de un entrenamiento intenso.

Los baños de hielo también pueden mejorar la recuperación y la reparación muscular al disminuir la acumulación de ácido láctico en los músculos, lo que puede ayudar a prevenir la fatiga muscular y el dolor asociado. Además, la exposición al frío estimula la liberación de ciertas hormonas, como la noradrenalina y la adrenalina, que pueden promover la recuperación muscular y reducir el tiempo de recuperación entre sesiones de entrenamiento.

Sumergirse en agua fría puede activar la grasa marrón, un tipo de tejido adiposo que quema calorías para generar calor y mantener la temperatura corporal. Esto puede tener beneficios para la pérdida de peso y el metabolismo, ya que aumenta la quema de calorías y puede ayudar a reducir la acumulación de grasa corporal.

Los baños de hielo no solo benefician al cuerpo, sino también a la mente. La exposición al frío puede desencadenar la liberación de endorfinas, neurotransmisores conocidos como las hormonas de la felicidad, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés y ansiedad. Además, la sensación de logro después de completar un baño de hielo puede aumentar la confianza y la sensación de bienestar general.

Este choque térmico paulatino implica la alternancia entre el calor y el frío lo que se refleja en una mejor circulación sanguínea al dilatar los vasos sanguíneos y aumentar el flujo de sangre a través del cuerpo. Esto puede tener beneficios para la salud cardiovascular al mejorar la función vascular y reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el corazón.

A pesar de beneficios como los anteriormente mencionados, es importante tener en cuenta ciertos cuidados y precauciones para realizar estos baños de manera segura y efectiva.

Consultar con un profesional de la salud:

Antes de comenzar cualquier régimen de baños de hielo, es crucial consultar con un médico, especialmente si tiene condiciones médicas preexistentes o está tomando algún medicamento. Algunas personas con problemas cardíacos o circulatorios, pueden no ser candidatas adecuadas.

No exceda el tiempo recomendado:

Sumergirse en agua helada durante demasiado tiempo puede provocar hipotermia, que es una condición peligrosa que ocurre cuando la temperatura corporal cae por debajo de lo normal. Generalmente, se recomienda limitar el tiempo de inmersión a no más de 10-15 minutos a la vez.

Evite los cambios bruscos de temperatura:

Los cambios abruptos de temperatura antes y después del baño de hielo son contraindicados, ya que pueden aumentar el riesgo de lesiones musculares o cardíacas. Asegúrese de aclimatarse gradualmente al agua fría y volver a calentarse lentamente después del baño.

Proteja las extremidades:

Preste especial atención a las extremidades, como manos y pies, ya que son susceptibles a la congelación. Si siente entumecimiento o dolor intenso en estas áreas, salga del agua de inmediato.

Problemas cardíacos: Las personas con enfermedades cardíacas preexistentes, como enfermedad coronaria, arritmias cardíacas o hipertensión no controlada, deben evitar los baños de hielo. La exposición al frío puede aumentar el estrés en el corazón y empeorar las condiciones cardíacas.

No realice baños de hielo después de lesiones agudas:

Evite esta práctica después de sufrir una lesión, ya que el frío puede empeorar la inflamación y el daño tisular. Tampoco los haga si tiene problemas en la piel como alergias o escoriaciones.

Escuche a su cuerpo:

Si experimenta síntomas como mareos, dificultad para respirar o escalofríos severos, salga del agua de inmediato y busque atención médica si es necesario. Escuche las señales de su cuerpo y no fuerce demasiado la experiencia.

Siguiendo estas recomendaciones y cuidados podrá disfrutar de las ventajas que ofrece esta terapia que recientemente se ha popularizado.

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