El pasado domingo 21 de abril se inauguró el recorrido sonoro inmersivo “Puguán Puguán”, en el Museo de Arte Costarricense.
Ahora el público podrá disfrutar de esta experiencia única y gratuita, que da voz a las mujeres olvidadas de la historia. En este mural refleja algunos hitos importantes de la historia del país, y entre los 69 personajes presentes, se identifican únicamente 4 mujeres.
Luego de talleres y sesiones de trabajo, Norbert (coescritor del proyecto) y yo decidimos contar esta historia alterna, de un personaje femenino buscándose en este mural. Es una ficción que acompaña al espectador en su recorrido por el Salón
— María Montero, coescritora del proyecto.
Con el uso de audífonos y gracias a la aplicación para celular “Listeners”, el público se sumerge en una experiencia sonora que le lleva desde la entrada principal del museo, hasta el segundo piso del edificio, el antiguo salón diplomático, es decir, el Salón Dorado.
El evento inaugural contó con la presencia de la embajadora de Francia, Alexandra Bellayer-Roille, quien comentó que “En los museos de Francia actualmente se disfruta de recorridos sonoros con excelente nivel técnico y creativo, con narraciones innovadoras que no pretenden explicar la obra, sino que permiten acceder a otro universo con una obra nueva. Por esta razón quisimos traer a Costa Rica esta expertise francesa”.
Cerca de 80 personas fueron testigos de este lanzamiento, disponible tanto en idioma español, como francés. La entrada al museo es gratuita y el horario de visitación es de martes a domingo, de 9:00a.m. a 4:00p.m.
Descubrí la historia de Costa Rica en el Salón Dorado
El artista francés Louis Féron (n. 1901- m. 1998) elaboró el relieve del Salón Dorado en estuco pintado de color bronce. El conjunto narra la historia de Costa Rica en las cuatro paredes, desde la época precolombina hasta el periodo republicano, con referencias, acontecimientos y personajes que marcaron el devenir del actual territorio costarricense hasta la fecha de 1940, cuando se inauguró el Aeropuerto Internacional La Sabana, edificio para el cual se encargo la obra al artista francés.
Durante el periodo en que el inmueble funcionó como aeropuerto, este espacio se empleaba para recibir delegaciones internacionales, presidentes o invitados especiales. Por esa razón, antes de ser conocido como El Salón Dorado, se le llamaba el Salón Diplomático