A sus 10 años, Mikela Castro Bolívar ha hecho historia al convertirse en la atleta más joven en formar parte de la selección mayor de surf de Costa Rica. La niña surfista, originaria de Cieneguita, Limón, lleva consigo el orgullo de su comunidad y el peso de ser la nueva promesa del surf.
Desde el primer momento en que tomó una tabla, Mikela demostró una pasión y talento excepcional, lo que hizo que hoy esté en un lugar que pocas personas logran, y menos a su edad.
Su historia es un testimonio de perseverancia y amor por el surf, una travesía que comenzó en las cálidas aguas del Caribe y que hoy la inspira a soñar en grande.
Mikela nos contó de sus sueños, sus sacrificios, sus expectativas como surfista, pero también habló de su vida habitual, con las particularidades de una niña de 10 años, de lo que la hace muy feliz y lo que no le encanta. En la siguiente entrevista para Perfil, ella revela detalles de su vida.
¿Cómo y cuándo fue que empezaste a surfear? Empecé a surfear a los dos años. Mi papá me llevó a Puerto Viejo y me metió al agua con una tabla. Mi hermano mayor surfeaba y mi papá también, siempre vivimos cerca de la playa, en Cieneguita entonces el mar siempre ha estado en mi vida. Mi papá me enseñó a surfear, él también es mi entrenador, aunque ahora también tengo otro entrenador que se llama Diego Naranjo. Vengo de una familia que ama el mar, siempre hemos estado cerca del mar y yo amo la playa.
¿Qué es lo que más te gusta de surfear? Me encanta que puedo hacer amigos, jugar con las olas, divertirme y relajarme. Desde que era una bebé me encantaba jugar en el mar, es muy divertido y siento muy lindo cuando estoy ahí, digamos que siempre ha sido parte de mi vida, es un lugar que definitivamente me hace feliz.
¿Cómo son tus entrenamientos de surf? Bueno, al principio no lo veía como entrenamientos, solo iba al mar a surfear porque me gustaba, pero cuando ya empecé a competir eso cambia un poco, era algo que tenía que tomar como con más seriedad. Cuando tengo competencias por ejemplo, mi papá se fija muy temprano cómo están las olas y a veces entro al mar antes de entrar a la escuela, pero también entreno en las tardes después de las clases… todo depende del mar, a veces hay buenas olas y entreno bastante como cuatro horas pero si no, puedo estar en el mar unas dos horas, también depende de si hay rayería, porque a veces entro y salgo de una vez porque puede ser peligroso.
¿Cómo describirías una buena ola? Para mí, una buena ola es aquella que está abierta y me permite hacer muchas maniobras, es una ola larga y bonita.
¿Cuáles son tus maniobras favoritas y qué es lo que más te cuesta?
Bueno, me gusta hacer tubos, aunque me cuestan, además, para hacerlos necesito una buena ola y no siempre son como uno las necesita, también me gustan los aéreos, aunque es difícil hacer esas maniobras. De lo más fácil para mí son el rentry, el cutback y el snap que son maniobras sencillas. Por otro lado, quiero mejorar mi técnica de la mano cuando hago ciertos cortes, y también necesito aprender a remar más fuerte.
“En cada ola, Mikela demuestra que la juventud no tiene límites cuando se trata de pasión y dedicación, llevando el espíritu de Costa Rica a donde quiera que las olas la lleven”.
¿Cómo fue que te enteraste de que ibas a ser parte de la Selección Nacional de Surf? Fue muy emocionante, iba caminando con mi mamá cuando me lo dijo: “qué pensás si te digo que te escogieron para ser parte de la Selección…”, yo no le creía, le pregunté varias veces que si estaba hablando en serio y cuando me dijo que sí, que era verdad, me puse demasiado feliz, empecé a brincar y gritar de la emoción.
¿Qué significa para vos estar en la Selección? Significa entrenar más. Ahora estoy entrenando todos los días, bueno, solo descanso un día, pero como me gusta mucho el mar igual a veces no descanso. Es muy lindo, es un sueño hecho realidad pero también se que es una gran responsabilidad representar el país.
¿Has tenido la oportunidad de hablar con Brisa Hennessy y Leilani Mcgonagle?
Sí, sí he hablado con ellas, las conozco y las admiro mucho, ellas me dijeron que les gustaba mucho como estaba surfeando y que se alegraban porque veían que estaba mejorando mucho y, por supuesto que eso me pone feliz y me hace sentir orgullosa.
“Mi sueño en este momento es seguir creciendo como surfista profesional y llegar algún día a representar a Costa Rica en los Juegos Olímpicos, hacia ahí quiero llegar”.
Entiendo que tuviste que hacer un cambio importante, ¿te pasaste de casa para entrenar más?
Sí, en Limón no hay muchas olas y pues yo necesito olas y olas grandes para surfear, entonces mis papás tomaron la decisión de cambiarnos de casa, ahora vivimos muy cerca de Jacó, a tres minutos de la playa, que es donde estoy surfeando ahora y pues está bien, aquí también me gusta mucho, ahora estoy en otra escuela y también me gusta mucho, aquí ya tengo amigas. A veces extraño Limón, mi playa en Cieneguita, pero aquí he aprendido mucho y me gusta.
Hablando de la escuela, ¿qué es lo que más te gusta de esa parte de tu vida, cómo es tu vida escolar?
Bueno, estoy en quinto grado y me va muy bien, mi materia favorita es matemáticas, la verdad tengo muy buenas notas y me encanta estudiar, hace un tiempo mi mamá me propuso a estudiar en línea para poder dedicarme más al surf pero a mí me gusta mucho ir a la escuela, disfruto todo lo que tiene que ver con la escuela.
Además del surf, ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre? Me gusta dibujar y quiero ser diseñadora de modas cuando me gradúe, me veo cuando sea grande como una gran diseñadora de modas exitosa y una campeona en surf que es el deporte de mis amores, pero además, me gusta patinar y nadar, amo jugar con mis amigas y aquí tengo varias, hay una compañera ya que siempre me ayuda a ponerme al día en la escuela cuando por alguna competencia tengo que salir del país y falto a clases.
Para Mikela, ser parte de la selección nacional no es solo un logro personal, sino una oportunidad de representar los colores de su amada bandera y dar a conocer la riqueza cultural de Limón. “Es un orgullo ser embajadora de mi país y de mi provincia. Cada vez que entro al mar, siento que llevo conmigo a toda la gente de mi playa y nuestro hermoso deporte,” compartió Mikela emocionada, reflejando el amor y respeto que siente hacia su tierra.
Recuadro
Una niña llena de pasión por lo que hace
Para conocer más de esta campeona de surf, su mamá Esmeralda Bolivar nos comentó algunos detalles.
Mikela es una niña alegre, súper extrovertida, a ella no le da vergüenza nada, le habla a todo el mundo porque le encanta, es una niña muy segura y feliz.
Es además muy vanidosa, ese pelo es todo un tema, ella se lo cuida mucho, yo le he tenido que comprar una cantidad de productos para nutrirle ese cabello porque el sol y el agua del mar se lo resecan mucho.
“A mi la gente me dice que si el pelo de ella es natural o no, y el cabello de Mikela no conoce lo que es un químico, ese color es natural, el sol se lo ha puesto de ese color, pero sí se lo tengo que cuidar con buenos productos, apenas sale del mar yo corro a ponerle cremas y mascarillas para hidratarlo y que no se le enrede porque si no se le hacen mucho nudos, ella es muy vanidosa”, dijo Esmeralda Bolivar.
Según la mamá de la surfista, una de las ventajas de Mikela es su constancia y la pasión que le pone a todas sus actividades, ya sea en la escuela o en el surf.
“Ella es muy responsable y todo lo hace con mucha pasión, por ejemplo, hace las tareas apenas se las mandan y ama estudiar, saca siempre buenas notas y así es con el surf, responsable y dedicada, siempre se preocupa por mejorar, se esfuerza siempre hasta conseguir lo que se propone, tanto fuera como dentro del agua”, agregó la mamá de la surfista.
Esa determinación hizo que sus padres tomaran la decisión de inscribirla siempre en categorías que superaban su edad ya que era una forma de subirle el nivel de competición, ya que entre más edad, mejor es el nivel de competencia y eso le permite a Mikela mejorar su rendimiento.
Esas características con las que hicieron que sus padres tomaran la decisión de apoyar a Mikela al 100%, incluso, como para dejar su amado Limón y vivir ahora en Jacó.
“Vivíamos en Limón pero todas las competencias de ella en Costa Rica son en Jacó o por esta zona y estar viajando todos los fines de semana era desgastante. Además, en Limón las olas son pequeñas, y porque ella se merece que la apoyemos, tomamos la decisión de cambiarnos de casa”, agregó la mamá de la seleccionada nacional.
“A mis papás les agradezco todo el apoyo que me han dado, ellos decidieron dejar Limón, dejar la casa y hacer una nueva en Jacó para que yo pueda entrenar y seguir mi sueño de ser surfista profesional”, dijo Mikela Castro.