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Ligia Madrigal: sus confesiones tras subir el Everest

De la tierra del “pura vida” a Nepal, un recorrido con una gran meta cumplida que requirió de un esfuerzo, físico y mental inmenso, que no todos conocen y que la montañista cuenta en esta entrevista.

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05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán
(John Duran)

¡Una heroína!, un ejemplo de mujer costarricense… así es catalogada Ligia Madrigal tras llegar a la cima más alta del mundo.

La altura de 8,848 metros no solo marca la cima del Monte Everest, sino que también representa una de las mayores pruebas de resistencia y determinación humana. En una zona tan alta que es ruta de aviones comerciales, y el oxígeno es escaso, Ligia Madrigal se convirtió en la primera costarricense en conquistar la famosa montaña, y, al hacerlo, forma parte de un reducido grupo de alpinistas que llegan de todo el mundo a Nepal, para desafiar los límites de la supervivencia. Su capacidad para enfrentar y superar estas condiciones extremas es un testimonio del poder de la voluntad y el valor frente a los retos personales.

Gracias a ella, los costarricenses nos familiarizamos con términos como “sherpas” que son los guías que acompañan a los alpinistas, también supimos que son cuatro campamentos bases antes de llegar a la cima.

Ligia Madrigal, monte Everest
(Instagram)

Los avances tecnológicos permitieron que los medios de comunicación siguieran el ascenso de la escaladora costarricense de 51 años de edad, quien además es madre de Mafe y esposa de Federico Escalante.

El GPS de su reloj hizo que su llegada se viviera minuto a minuto, que el país sintiera de cerca su ascenso, hasta que, finalmente, el dispositivo se detuvo en la cima del mundo y los medios publicaron la noticia más esperada… Ligia Madrigal conquistaba el Everest el pasado 22 de mayo.

Ligia Madrigal
Después de dos meses fuera de su casa y lejos de su familia, la atleta josefina de 50 años alcanzó a la cima y pudo poner la bandera de Costa Rica a 8.848 metros sobre el nivel del mar.

Ella desde Nepal da un mensaje cercano, cargado de agradecimiento, se percibe sencilla, agotada físicamente pero llena de fuerza interna, además, refuerza con vehemencia el valor sin límites de la mujer costarricense.

A su llegada al país, Ligia Madrigal aceptó nuestra invitación de entrevista y llegó a las instalaciones de Grupo Nación, un lugar lleno de recuerdos, ya que este medio fue su primer trabajo, donde realizó sus primeros bocetos como diseñadora gráfica recién graduada de la universidad.

Es así como en esta entrevista, ella revela información de lo que fue su preparación, lo que vivió y cómo este logro ha cambiado su vida.

05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán
(John Duran)

Para empezar, cuéntenos ¿cuál es el momento en que usted decide subir el Everest?

Casi que se dio sin pensarlo mucho; una vez estaba conversando con Warner Rojas, que ya había estado ahí, él me estaba contando cómo era, y pues yo le hacía preguntas y él me contestaba; una de esas preguntas fue que por qué no había más personas que lo intentaran y que por qué ninguna tica lo había logrado, entonces, me dijo que eso era muy duro pero que creía que yo sí podía hacerlo; en ese momento la idea me quedó dando vueltas, se lo comuniqué a mi familia y al principio me dijeron que no, que eso era muy peligroso, que para qué me iba a arriesgar, sin embargo, la idea siguió en mi cabeza hasta que un día mi esposo me dijo que si yo en verdad quería hacerlo pues que entonces él me iba a apoyar.

Me empecé a preparar hasta que finalmente hice un primer intento, eso fue el año pasado, sin embargo, desde el inicio hubo inconvenientes de salud con el sherpa de ese momento, hasta que finalmente él no pudo continuar más y por ende yo tampoco porque uno no puede subir sin un guía.

¿Qué fue lo más duro de este ascenso?

Creo que en la parte física lo más duro fue aprender a respirar el frío, tenía el equipo adecuado, la ropa era la mejor, la altitud la manejé bien, mi cuerpo se aclimató sin problemas, siempre que me chequeaban la oxigenación la tenía perfecta, la altura tampoco fue un problema, pero el aire frío es terrible y respirar ese aire me afectaba hasta el estómago, lo seco de ese aire destruye en segundos la piel, mis labios quedaron expuestos por unos minutos y en dos toques se me partieron y me sangraban, respirar ese aire tan seco provoca una tos extraña, incómoda y dolorosa, no es ni la nieve, es el aire que es tan pero tan frío que afecta hasta la digestión.

Además, en la parte más personal, lo más duro fue la separación de mi familia, extrañaba a mi hija María Fernanda, a mi esposo, ellos me hacían mucha falta, necesitaba a mi familia y eso también me costó muchísimo, fueron dos meses lejos de ellos, sin poder abrazarlos.

05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán
“Mi mensaje a todas las mujeres es que no duden de su capacidad, las mujeres costarricenses somos fuertes, valiosas y podemos llegar hasta donde nos lo propongamos”. Ligia Madrigal. (John Duran)

¿Cómo controlar la mente en los momentos complicados?

Lo más efectivo es pensar en lo que se está viviendo en el momento, no en lo que ya pasó, o lo que puede pasar, lo que hacía era tratar de estar concentrada en lo que estaba haciendo en este momento que requería de mi mayor esfuerzo, ir un paso a la vez literalmente, sobre todo por lo peligroso que era, debía asegurarme que estaba bien y darme valor a través a mensajes como “yo me preparé”, “esto es lo que yo quería”, además, también pensaba en Dios y le pedía a Él y a la Virgen que me ayudaran a continuar.

¿Cómo fue la alimentación durante el ascenso?

Bueno, la compañía que uno contrata ofrece el servicio de la comida, hay empresas de Estados Unidos pero son carísimas y la mayoría son de Nepal, en mi caso era con una compañía de Nepal y ellos ofrecen el tipo de alimentación de su cultura que es comida similar a la indú, comida baja en proteína, muy condimentada y muy pesada de digerir, con ingredientes completamente diferentes que son complicados de comer.

En los campamentos hay cocineros pero hacen comida tan pesada, por ejemplo, el shapati que es como un pan frito y súper condimentado, de desayuno ponían pollo y verduras picantes y el dalbat que es como un tipo arroz como con lentejas pero es completamente diferente y cae terrible al estómago. Eso hizo que me diera colitis, malestar estomacal, vómito y hasta diarrea, me dio de todo lo que le puede dar a uno por alimentación grasosa, extraña, picante y pesada.

Cuando ya uno sale del campamento, Dolshi, el sherpa que me acompañó, llevaba una cocinita y lo que comíamos eran sopas que se hacen ahí, derritiendo nieve, la sopa era picante también y de un sabor extraño.

¿Cómo son los sherpas, cómo es convivir tanto tiempo con uno de ellos?

Sherpa es una étnia de Nepal que viven en la montaña, entonces todos los que nacen ahí ya tienen, por decirlo de alguna manera, ese estatus, y al nacer se le coloca el sherpa como un tipo apellido, pero que en realidad es el nombre de su etnia, y, en cuanto al nombre ellos ponen el nombre del día de la semana cuando nacieron, por ejemplo, mi sherpa se llama Dolshi porque nació domingo y domingo es Dolshi, entonces hay como mil Dolshi, eso es muy particular de ellos.

Por lo demás, son personas lindísimas, muy educados y serviciales.

Ligia Madrigal pasó años entrenando su resistencia, fuerza y capacidad de adaptación a altitudes elevadas. Afrontó climas extremos, días interminables de escalada y frías noches. Cada paso hacia la cima fue un testimonio de su determinación y su capacidad para superar el miedo y la incertidumbre.

¿Cómo fue la relación con Dolshi?

Él es muy cordial, muy educado, súper amable y muy profesional. Éramos compañeros de montaña y tuvimos buena comunicación desde antes de conocernos, por ejemplo, él me preguntaba cómo me estaba preparando para escalar y a su vez, me contaba cómo se estaba preparando él… yo en Costa Rica y él en Nepal. Él ya había subido 11 veces antes, conmigo fue la vez número 12.

En general los nepalíes son simpáticos y buena gente, son personas que siempre están sonriendo y eso es tan bonito. Son personas que se cuidan mucho, son humildes en general y tienen muy buenos hábitos de higiene, no comen mucho dulce y tienen los dientes muy blancos, se cuidan mucho la dentadura.

Dolshi por ejemplo, se lavaba muchas veces al día los dientes, era como una particularidad, en general, todos ellos tienen esos buenos hábitos.

05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán
05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán (John Duran)

¿Hubo algo de ellos, de su cultura que le llamara mucho la atención?

Para ellos el Everest es una montaña sagrada, entonces cuando uno llega al campo base, ellos antes de empezar a subir hacen una ceremonia que se llama Purya para pedirle permiso a la montaña de poder escalarla, ponen ofrendas en un altar de piedra que ellos arman ahí en el momento y traen un Lama, un monge tibetano que hace una ceremonia y uno pone todo el equipo con el que va a subir, las botas, el casco, todo, entonces hacen un fuego y con un incienso especial que queman, todo el equipo se ahúma a modo de protección. Cuando la ceremonia finaliza entonces uno se come las ofrendas y es como un una señal que todo está bien, que la Diosa de la montaña nos da el permiso además de su protección para iniciar oficialmente el ascenso.

¿Tuvo algún objeto personal que se convirtiera como en su amuleto para subir el Everest, algo para mantener la conexión con la familia por ejemplo?

Bueno sí, mi esposo me había puesto en el caso su nombre y el de mi hija, Fede y Fer y eso siempre me mantenía cerca de ellos, pero además, antes de salir rumbo a Nepal fui a la Basílica de los Ángeles, ahí compré una medallita que puse en un collar que llevaba y cada vez que tenía miedo, tomaba la medallita en mi mano y le pedía a la Virgen que nos

protegiera a Dolshi y a mí.

05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán
05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán (John Duran)

¿Cuáles fueron esos momentos de temor?

Ahí todo da miedo, me daba pánico que mi cuerpo no oxigenara como tenía que hacerlo, me daba miedo los precipicios que hay por todo lado, el frío es terrible, que tuviera que devolverme por alguna razón, que mi equipo fallara. Subiendo me sentí muy fuerte pero de regreso me tocó ver varios escaladores que habían perdido la vida esa madrugada y el día anterior, eso fue muy duro y me entró el temor, le dije a Dolshi que qué pasaba si llegaba un momento que no pudiera más, pero él de una vez me dijo que no pensara en eso, que yo estaba muy bien, que siguiera y que no nos podíamos detener, me agarraba del brazo y me decía que siguiéramos… un día le pedí me diera cinco minutos para descansar y me dijo que lo hacíamos hasta llegar al campamento porque podía pasar que uno se sentara y no se pudiera levantar más… Dolshi fue un gran guía.

Pensando hipotéticamente, si hubiera podido traerse algo, un souvenir de ese ascenso, ¿cuál hubiera sido?

Me hubiera encantado traerme una piedra porque tengo una colección de piedras de todas las montañas que he subido pero en el Everest no hay piedras, es pura nieve y pues no me la podía traer.

¿Hubo alguna experiencia que tiene guardada y atesora con cariño?

Sin duda el reconocimiento que me hicieron en Nepal donde me trataron como heroína al ser la primera mujer de Costa Rica en lograr la cumbre del Everest, me dieron una medalla y un reconocimiento donde me nombraron ciudadana de honor de Nepal.

Fue muy bonita la celebración, hasta autógrafos me pidieron, eso me sorprendió mucho.

La costarricense Ligia Madrigal conquistó la cumbre del Everest el 22 de mayo del 2024 asistida por Dorchi, un sherpa Nepalí
La costarricense Ligia Madrigal conquistó la cumbre del Everest el 22 de mayo del 2024 asistida por Dorchi, un sherpa Nepalí (Cortesía)

Su ascenso comenzó mucho antes de pisar las faldas del Everest en Katmandú, Nepal, los últimos años estuvieron llenos de rigurosos entrenamientos, sacrificios personales y una preparación meticulosa para enfrentar uno de los entornos más hostiles del planeta. La preparación física y mental para un reto de esta magnitud es inmensa.

¿Cuál fue el primer pensamiento al llegar a la cima del Everest?

Una de las sensaciones más fuertes de toda la expedición fue cuando ya estaba a pocos metros de llegar a la cumbre y se despejó… finalmente puede ver la cima, era de noche y ver a los escaladores con sus focos ya en la cumbre fue hermoso, al principio tenía la idea que era pequeño pero no, es un lugar amplio.

05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán
05/06/2024/ Fotos de Ligia Madrigal exclusivo y material embargado( hasta Julio 31 2024) para portada de Revista Perfil / Foto John Durán (John Duran)

Cuando llegué, no lo podía creer, era de noche, entonces Dolshi me dijo que descansáramos, ahí en la cima del mundo, fue impresionante ver el amanecer en ese lugar, ese momento fue extraordinario.

¿Cómo cambió su vida después de subir la cima del Everest?

Fueron dos meses de muchas vivencias, el estar sola, lejos de la familia, fueron muchas cosas… el darme cuenta que uno puede vivir con lo que le cabe en un salveque, pude valorar mucho lo que tengo, donde vivo, hasta el hecho de ir a un baño limpio, comer aquí lo que uno quiera y que la comida sepa rica.

El choque cultural, los nepalíes son pobres, no tienen nada pero siempre están felices, sonrientes y agradecen siempre.

Caminaba sola por el centro de Katmandú y jamás me sentí insegura, ellos son incapaces de faltar el respeto a una mujer, una se siente segura, hablaba con Dolshi y él me contaba que ellos protegen mucho a las mujeres, que no las exponen a trabajos peligrosos porque la valoran mucho.

Ligia Madrigal es la primera mujer costarricense en llegar a la cima del monte Everest.

¿Qué lecciones le deja esta experiencia que puede aplicar en la vida diaria?

Creo que lo bonito de todos los deportes y de las competencias es que durante esos momentos uno ve como una vida comprimida, las pruebas deportivas permiten que uno viva momentos de angustia, de dolor, de cierta tranquilidad, de euforia, de alegría, de miedo y de triunfo, y todo, pasa… durante esos dos meses viví todo eso y ya, pasó, la vida sigue, y vendrá otra competencia y, posiblemente vuelva a vivir sentimientos similares. Creo que los que hemos vivido esas competencias podemos ver los problemas así, como algo que va a pasar, que siempre hay una posibilidad de seguir adelante, de luchar, de cambiar el camino en caso necesario.

La costarricense, Ligia María Madrigal Moya, antitos de las cinco de la tarde (hora tica) de este 22 de mayo se convirtió en la primera mujer tica que logra escalar hasta el último centímetro de los 8.848,86 metros sobre el nivel del mar de la cima del mundo, el monte Everest
(Cortesía)

¿Volvería a intentarlo?

No, creo que no lo volvería hacer por mi familia, no la quiero someter nuevamente a tanta angustia, la separación de dos meses sin mi hija y sin mi esposo fue muy dura y, solo por eso no lo intentaría de nuevo, creo que ya lo hice y ya está bien.

La pasión por los deportes de montaña, el desafío de alcanzar las metas individuales que se propuso, el amor por su familia y darle su lugar a la mujer costarricense que busca destacar en el deporte, fueron las fuentes de inspiración para la atleta Ligia Madrigal, quien se convirtió el pasado 22 de mayo en la primera tica en llegar a la cima del Monte Everest.

Ligia Madrigal, monte Everest
(Instagram)

Los podios, las medallas, y llegar a la cima no es algo nuevo para Ligia, ella a lo largo de su vida ha conquistado muchas veces el éxito deportivo.

  • De niña practicó gimnasia olímpica y natación, ahí obtuvo sus primeros reconocimientos.
  • Ya de adulta se convirtió es una destacada atleta en atletismo y ciclismo de montaña. Su pasión por estas disciplinas la llevó a escalar, una actividad que le ha deparado grandes logros.
  • Ligia Madrigal es la máxima ganadora de La Ruta de los Conquistadores, al obtener el primer lugar en 13 ocasiones en sus 17 participaciones, toda una hazaña en lo que muchos destacan como la carrera de mountain bike más dura del planeta y la más compleja que existe en CR. Ella fue incluso, una de las primeras ciclistas que se atrevió a competir entre hombres.
  • Además, ha corrido en diferentes oportunidades la Carrera a Campo Traviesa del Chirripó e incluso en mundiales de aventura, en equipos conformados por tres hombres y una mujer, alrededor del planeta.
  • Ha ganado en dos ocasiones la Carrera Chirripó y ha estado varias veces en el podio. También fue la primera costarricense en correr 100 millas de montaña (4 lugar femenino general); y el haber sido 7 veces finalista de The Coastal Challenge 240km, y la única costarricense en haberla ganado.
  • Fue la primera centroamericana en correr la Ultra Trail du Mont Blanc (UTMB); alcanzó el primer lugar en carreras de ultramaratón como: Desafío del Valle Central, Q50, Moonrun, Potenciana, Piedra Extrema y La Ruta Run.
  • En ciclismo de Montaña fue campeona nacional Marathon MTB, subcampeona nacional MTB, y 13 veces finalista de La Ruta de los Conquistadores, con podio en casi todas. Resulté ganadora de las 12 horas MTB Costa Rica, varias veces.
  • Fue corredora de aventura y se coronó como Campeona Nacional de Aventura por 3 años. Asistió a los mundiales de Aventura: Brasil, Portugal y Costa Rica. A eso se suma que fui cinturón negro Karate Kyokushin, campeona nacional de porrismo varias veces y subcampeona nacional de aeróbicos.
  • Para ella el Everert fue un sueño cumplido y las conquistas no se detienen.
Heilyn  Gómez V

Heilyn Gómez V

Periodista graduada en la Universidad Federada San Judas Tadeo. Tiene una licenciatura en Comunicación Digital de la Universidad Latina de Costa Rica. Ha trabajado en distintas secciones de La Nación y, actualmente cubre temas para Brand Voice y la Revista Perfil.

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