El sábado 14 de agosto, dos avionetas que aterrizaban en el aeropuerto Tobías Bolaños chocaron contra zopilotes y eso encendió las alarmas de Aviación Civil.
En ninguno de los dos accidentes hubo heridos, solamente daños materiales, pero lo ocurrido fue una advertencia que tomaron muy en serio.
Nunca antes el aeropuerto de Pavas había encendido sus alarmas con el tema de aves carroñeras que ponen en peligro el despegue y el aterrizaje de las aves.
Luego de los accidentes, las autoridades se pusieron a coquear por qué dos el mismo día y por qué con zopilotes y fue así como entendieron que algo ha cambiado y no precisamente para bien. Según los registros que ya recogieron los responsables del aeropuerto, también han sido vistas otras aves como caracaras (antes no se les veía en la ciudad) y gavilanes blancos; ni qué decir de los zanates.
De esos, los que vuelan más alto son los zonchos.
¿Qué está pasando?
Esta pregunta encontró rápida respuesta: en los alrededores del Tobías Bolaños han aumentado los botaderos de basura clandestinos y eso jala a los zopilotes, que consiguen en esos sitios lo que necesitan para vivir: animales muertos, desperdicios de sodas, de carnicerías, etc.
Para esas aves es como estar en un restaurante sin límite de consumo.
Karla Cascante Ureña, jefe de unidad del aeropuerto, explicó que la presencia de los bichos carroñeros dentro del espacio terrestre y aéreo del Tobías Bolaños representa una seria amenaza para el buen ir y venir de las naves.
Cascante destacó que, aunque no se tiene reporte de un accidente catastrófico por golpes con aves, es fundamental continuar la lucha para eliminar la pésima costumbre de tirar la basura en cualquier parte.
Luis Miranda, subdirector de Aviación Civil, explicó que para atender el problema que significan los zopilotes (y otras aves) muy cerca del aeropuerto, las autoridades mantienen activo el comité de Gestión de Control de Fauna y Peligro Aviar, dirigido por la administración del Tobías Bolaños.
Este comité recibe apoyo de diferentes instituciones del Estado como la municipalidad de San José, con la cual trabajan en buscar la forma de eliminar las consecuencias negativas de la presencia de animales en el aeropuerto.
Cuáles y cuántos
Con el objetivo de tener información fresca, en octubre se inició un estudio de fauna en el aeropuerto josefino por parte del SINAC.
Los datos que recojan servirán para definir los pasos que se deben dar para alejar, expulsar, capturar y reubicar a todos los animales (incluidas aves), que afecten la zona del Tobías Bolaños.
Miranda explica que el peligro mayor con los pájaros ocurre cuando las aeronaves están en lo que se conoce como circuito de tránsito, o sea, paralelas a la pista, pero no han aterrizado. “No es que las aves están en la pista, es que vuelan en ese circuito de tránsito, que es un momento delicado”, dijo.
Los dos accidentes de agosto no tuvieron consecuencias mortales por la capacidad y experiencia de los pilotos, pero don Luis Miranda dice que bien pudieron terminar en algo delicado.
Los controladores aéreos del Tobías Bolaños hacen una vigilancia constante desde la torre con binóculos, pero nada más. Así ha sido desde siempre.
“No tengo recuerdo de situaciones con aves en el Tobías, pero desde el momento en que hubo dos accidentes hablamos de un problema y se debe atacar pronto para que no vuelva a suceder. La vigilancia siempre es constante y el personal está capacitado, recordemos que ese aeropuerto solo se usa de día”, reconoció.
La jefa del Departamento de Servicios Ambientales de la municipalidad de San José, Emperatriz Ordeñana, informó que ya comenzaron a trabajar para identificar los lugares en los cuales hay botaderos clandestinos de basura, sobre todo en el lado de Pavas, porque es donde está la mayor cantidad.
“Vamos a trabajar varias instituciones unidas para luchar contra esta situación. Nosotros ya comenzamos con una bióloga para identificar qué tipos de aves andan en los alrededores del Tobías Bolaños, además, con Fuerza Pública y el ministerio de Salud, trabajaremos fuerte el tema de quitar esos botaderos.
“Sabemos que en lo que fue un tajo, que le llaman tajo Comac, hay un botadero, pues ahí atacaremos para eliminarlo”, asegura Ordeñana.